![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1XbnkTKBdYyQftCfySgst822uXlBKeYVigO6q3g8n7n1Bo-h7Lizw1TaxfkTIHBnGJ7JUBD-4iPcip3qP3bYbpFkWf8ULv4nS0bUv8YnKKQc-23RUt4wv5gqZwvckCb2Flc9WU_uAROo/s320/Transformation-beauty-and-the-beast.jpg)
A veces no es suficiente con un momentazo. Hay películas y series que tienen más de uno. El manantial tiene unos cuantos previos al que puse, pero ése sería la culminación. En el caso de La Bella y la Bestia, tenemos uno que merece post propio: la manera de presentarnos al príncipe una vez que se ha roto el hechizo. Estamos deseando verle la cara, ésa que apenas pudimos atisbar al principio, y nos la dejan para el final. Vemos como cambia su cuerpo, sus manos, sus pies... vemos que se levanta ¡de espaldas! Y, de repente, se gira. A mí me gusta cómo se va alzando ese pedazo de hombre que tiene mucho de la antigua bestia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario