Otra vez entre la BBC y las calorradas (y alguna cosa más)

Hace semanas que terminé la cuarta y última (de manera definitiva) temporada de Lark Rise to Candleford, esa joyita de la BBC que tiene el encanto de las buenas producciones con unos personajes inolvidables. Todo el mundo en Historias de Época dice que echará de menos a Laura, Queenie, Twister, Alfie, Minnie, Thomas y Dorcas. Y pienso que es mejor así que acabar hasta los pelos de todos ellos. Temía que esta cuarta tanda liara algo que había quedado atado y bien atado, al menos en apariencia. Pero ha sido un final estupendo. Un goce, en serio.

Pues bien. Después de la experiencia british tenía que volver al calorreo italiano por insistencia de algunas foreras. Esta vez se trataba de Il falco e la colomba, basada libremente en La abadesa de Castro de Stendhal, y protagonizada por Giulio Berruti, el Andrea Casalegno van Necker de La figlia di Elisa, y Cosima Coppola. Está ambientada en la Italia del siglo XVI y mezcla personajes reales, como Vittoria Colonna, con otros. La historia es del tipo Romeo y Julieta. Ellos lo hacen bien, hay química, pero la trama es flojilla para mi gusto. No hay nada más que el empeño de ellos dos por estar juntos. Para pasar un buen rato. Giulio Berruti lo hace muy bien, se le nota más maduro que en la serie anterior (allí no lo hacía mal, ojo) y también está más estupendo con el look renacentista, para qué negarlo.

Por último, he visto una versión italiana de Rebecca, bastante digna. No me ha desagradado en absoluto. La protagonista es Cristina Capotondi, que recientemente ha encarnado a Sissi, y Maxim de Winter es Alessio Boni, un actor que lo mismo te protagoniza Guerra y paz que te encarna a Caravaggio o a Puccini ¡y se parece a los de verdad!

Pues eso es todo. Bueno, no. Al fin he podido disfrutar de Cadena perpetua, una de esas películas que se me resistía, porque nunca veía el momento de sentarme. Me parecía estar viendo una especie de hermana de La milla verde, pero sin cosas sobrenaturales. Me sigo quedando con la protagonizada por Tom Hanks, pero esta es también una gozada.