sábado, 2 de mayo de 2009

Pimientos espartanos

Llevo una semana sin escribir por dos razones: la sobrecarga muscular bestial que tuve y que me ha acobardado, y que, al dejar de hacer mi post cuasidiario, no sabía de qué hablar... y eso que sí tengo temas. Hoy me he decidido por fin a quitarme el miedo al teclado maldito y pondré algo por aquí.

El último viernes de abril terminé de leer Luna nueva. Sí, ya sé que me dirán que soy una masoca, pero no les aseguro que no leeré toda la saga, ya que me he puesto. En el ínterim hasta echarle un vistazo a Eclipse, estoy con La joven de Esparta y en setenta y cuatro páginas ya me he acordado de la familia del traductor dos veces. Es indignante y me da pena por los escritores, porque ellos son los que luego quedan fatal. Me explico: en su momento, a Ken Follet, que será todo lo que uno quiera pero se documenta bastante bien, le acusaban de citar el maíz en Los pilares de la tierra, ambientada en la Edad Media como supongo que sabrán. Yo fui una de ellas, hasta que se me ocurrió indagar y comprobé que la misma palabra, corn, vale para trigo y maíz en Gran Bretaña. Cuando leí Un mundo sin fin, empecé en inglés y de nuevo salió "corn" por allí. Continué la lectura en español y, cuando veía algo dudoso, consultaba el original y comprobaba que la pata la metía el traductor. Dos ejemplos: poner a la gente, de nuevo en la Edad Media, comiendo pavo (no pavo real o peacock, que era la palabra en el original) sazonado con pimientos (en realidad, con pepper, pimienta. La palabra significa pimiento y pimienta, pero hablamos de sazonar, ¿no?). Vamos: dos productos venidos de América metidos en un siglo en el Colón no era ni proyecto.

Pues ahora me han salido los pimientos, llegados a Europa en 1493, en pleno siglo V a. C. Y nada más y nada menos que en dos expresiones de lo más castizas para ser dichas por una espartana: "Me importa un pimiento" y "Se puso rojo como un pimiento". ¿Pues no es para coger al traductor y darle de tortas? No tengo el original en francés, pero seguro que la autora no ha puesto eso. Yo, con los gazapos de este tipo, llevo ya mucho cuidado...

6 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Curioso, sí, sagaz Athena. Usted sería una buena "script girl" en una película (bueno, dejémoslo en "script supervisor", que se dice ahora, por ser más políticamente correcto).

Athena dijo...

Me encanta pillar gazapos en las novelas. De hecho, en www.libros2.ciberanika.com hay una sección especial de gazapos literarios y aporto varios, je, je. Lo de ser script a lo mejor tampoco se me daba mal. El otro día, viendo por fin "Memorias de África" entera, me di cuenta de que en una escena en la que Robert Redford se está comiendo una naranja, ésta aparece sin pelar y medio pelada muchas veces. Se pasa toda la escena pelando la misma naranja que, cual maldición olímpica, nunca termina de estar mondada del todo, ja, ja, ja. Pero es verdad que se meten muchas patas en la continuidad de las películas, sobre todo en los planos-contraplanos.

Wunderkammer dijo...

Qué bueno... Hace poco estaba viendo una película (¿en la tele?) con la mujer de ahora de Tom Cruise, la morena esa comosellame, y salía en un baile con dos peinados diferentes. En unos planos tenía el pelo hacia delante y en otros hacia atrás.
A mí también me encanta fijarme en esas cosas aunque seguro que se me escapan muchas.
Miraré lo de los gazapos en Ciberanika.

Antonio Rentero dijo...

Yo hace ya unos años me dí cuenta en alguna novela de esas cosas, leer una palabra y pensar "uy, esto es cosa del traductor que se ha clumpiado que te cagas", pero pocas veces he tenido oportunidad de comparar originales, simplemente me sonrío y pienso "en fin, somos bestias, no máquinas".

sushi de anguila dijo...

Pues anda que ver a Groucho Marx "en glorioso blanco y negro" (que diría Pumares) haciendo chistes con un puro ...¡¡¡¡en el que se ríe de Fidel Castro!!!! (lo juro!!)...

Y EN LO LITERARIO NO ARAN DE PROLIFERAR, COMO DENUNCIAS, LAS TRADUCCIONES INFUMABLES DE SERES IGNORANTES...Una realmente patética, que sigue con esa rémora franquista absurda de convertir las medidas inglesas (libras, millas, nudos, onzas) en kilos, km, gramos...

Como muestra la novela ¿histórica? 'Cuarteles de invierno' de Alfred Duggan...en que dos jinetes galos al servicio de los romanos son capturados por los partos tras la batalla de Carrae...

Contiene notables inexactitudes históricas que hoy sabemos que son burradas, pero que cuando se escribió la novela eran creencia común entre muchos historiadores de la cosa...hoy, gracias a la labor de Peter Conolly y el Dr Junkelmann, entre otros, sabemos la verdad... pero bueno, eso se puede disculpar (si se incluyen en las notas avisando al lector...ya que van de riogurosos)...

Lo que resulta lamnetable es que, entre otras burradas... los dos galos midan todas las distancias que recorren EN KILÓMETROS...Sólo les falta asarse unas pataticas después de cada batalla para completar el círculo...

Por cierto, los pavos reales, los gallos, pollos y gallinas, porceden de la India...y no llegaron a la vieja Europa hasta el siglo VI-V a.C... Lo digo porque en algunas películas de egipcios se ven pollos, y ellos en realidad lo que empleaban era patos y, sobre todo, muchas ocas, versión domética del ganso salvaje... tal vez por eso a ellos hay que atribuirles la invención del foie...

Sobre la manía inglesa de llamar corn a todo grano de cereal que sep recie, no te digo la faena que es paral os que hemos empleado fuentes del siglo XVIII sobre la alimentación en Canadá... donde aíz y trigo convivían indistintamente, y donde no era lo mismo (ni por precio, durabilidad, almacenamiento ni condiciones nutritivas) emplear uno u otro...

Un besazo y gracis por retomar tu blog... que siempre es un super placer leerte...

Athena dijo...

Gracias por las aportaciones, querido Sushi.

Un gazapazo visto en cine es uno de "El Club de los Poetas Muertos". En una escena Robin Williams hace de don Vito Corleone imitando la interpretación de Marlon Brando. Se supone que la película está ambientada unos añitos antes de que Coppola llevara la novela a la gran pantalla. Y se llevó el Oscar al mejor guión original...