jueves, 24 de enero de 2013

Momentazos de dibujo dedicados a dos tuiteros

Hay quien dice que las redes sociales son malas, que nos aisla del contacto real, que si patatín, que si patatán. Pues no. Como todo, las redes sociales, bien usadas, pueden dar muchas satisfaciones. Hace dos años, blogger me permitió conocer a blogueros murcianos en una cena para recordar; hace uno (y gracias a Facebook) me reencontré con compañeros del colegio a los que no veía desde hacía veinticuatro años; y hoy mahn y yo hemos comido con dos tuiteros simpatiquísimos, buena gente y de lo más agradables. No ha faltado la buena conversación, las risas y los temas más serios. Entre otras cosas, y como somos más o menos de la misma quinta (año arriba, año abajo), ha sido inevitable el tema de los dibujos animados. Ahí han estado Candy, Candy y Los Caballeros del Zodíaco. Por eso dedico este post a esta pareja a la que le deseo lo mejor del mundo.

 




domingo, 20 de enero de 2013

Otra serie para recordar

Hace dos veranos, mahn y yo nos enganchamos a Fringe, una serie que se decía heredera de Expediente X, pero que para mí ha sido mejor. Sin quitar mérito a la otra, Fringe ha llevado muy bien toda la trama pseudocientífica y nos ha ofrecido cosas tan interesantes como universos alternativos, viajes en el tiempo, intrusiones en la psique... Pero, sin duda, son los tres protagonistas los que nos han conquistado, sobre todo Walter Bishop, el científico brillante, excéntrico, despistado y amante del regaliz. Su hijo, Peter Bishop, es el ancla que de alguna forma lo mantiene unido a este mundo. Y Olivia Durham, la agente del FBI, la mujer fuerte que no es la mera cuota femenina de la serie. Junto a ellos, Nina Sharp, William Bell, Astrid, Broyles y la vaca Gene quedarán en nuestra memoria. Después de Lost, no había disfrutado tanto de un final de serie. No sé si volverá a hacerse una serie así. Ojalá.


jueves, 17 de enero de 2013

Yo no soy la única pervertida

Mi querida prima María sabía lo que se hacía cuando me ha mandado este anuncio. No es que sea buenísimo, pero parece hecho por y para mí.


miércoles, 9 de enero de 2013

La heladería bizarra se amplía

Apunta, E.L. James: esto sí que es una guarrada y no los helados del señor Grey.


martes, 8 de enero de 2013

Momentazo mirada (dedicado a Kal-El)

 
Esa mirada final entre dos desconocidos iniciará una historia que debemos imaginar nosotros. El destino puede tener estas cosas.


lunes, 7 de enero de 2013

Sobre versiones, precuelas, secuelas y fanfics

(Éste es un post que tenía medio esbozado desde este verano, pero me viene bien ponerlo ahora, tras el del señor Grey, cuya historia nació vinculada a estas cosas de las que aquí hablaré)

¿Alguien se ha preguntado qué ocurrió después de la doble boda de Orgullo y prejuicio? ¿Queremos saber si Mr. Knightley y Emma ni fueron felices y ni comieron perdices? ¿Tuvieron hijos Jane Bennet y Mr. Bingley? También lanzo las siguientes cuestiones: ¿Qué pensó Mr. Darcy cuando vio por primera vez a Lizzy Bennet? ¿Quién fue realmente Bertha Mason, la primera mujer de Edward Rochester? Y añado: ¿Tenemos derecho a imaginar el antes, el durante y el después de todos estos personajes? Y aquí entro en el tema espinoso del fanfic y el shipping: ¿Liaríamos finalmente a Marianne Dashwood con Willoughby y no con el coronel Brandon?

He de decir que no he leído ni precuela ni secuela de ninguna novela famosa del XIX. Lo que sí leí un verano fue una novelilla, El hombre que amó a Jane Austen, que viene a ser una especie de historia inventada entre Jane Austen y un supuesto señor Darcy que no es otra cosa que un hombre que por arte de magia va de nuestro presente al pasado y allí conoce a la famosa autora, inspirándola para crear al protagonista de Orgullo y prejuicio. También leí Austenland, que trata sobre una americana a la que le regalan una estancia en un lugar llamado así y que recrea el ambiente de la época; allí podrá vivir romances como los de las novelas decimonónicas. Estos libros sólo usan a Jane Austen, la autora más socorrida, como excusa para inventar historias nuevas.



Tenemos además libros que narran lo mismo que la novela original, pero desde un punto de vista distinto. Algunos como la trilogía Mr. Darcy, un caballero pueden ser interesantes al contar la historia de Orgullo y prejuicio a través del protagonista masculino, lo que nos permitiría conocer más claramente sus pensamientos y sentimientos. Las que han leído estas novelas dicen que se respeta bastante el carácter de nuestro snob favorito.

Primera novela de la trilogía sobre Mr. Darcy: Una fiesta como ésta

El gran disparate viene cuando el contenido es el que conocemos, pero meten vampiros, zombies, hombres lobo, monstruos marinos y hasta robots (!)

Sí, lo he leído




Entramos en las precuelas y secuelas. Como en los casos anteriores, poco puede hacer el autor para protestar, porque ya lleva bastante muerto y los derechos sobre sus personajes han caducado. He mirado los argumentos de algunas y tienen una pinta interesante, pero otras no hacen nada más que destrozar la bonita historia que contó el original. Porque, aprovechando lo famosos que son ciertos personajes de novela decimonónica, avispados autores (sobre todo autoras) han escrito libros contándonos la desastrosa vida matrimonial de, por ejemplo, Lizzie y Darcy o la juventud de Mr. Rochester, culpándolo de la locura de Bertha. En este caso, y bajo mi humilde punto de vista, están traicionando a los originales y, encima, ganando dinero con ello.


Existen otras secuelas centradas en personajes secundarios, como la hermana pequeña de las Dashwood o Georgiana Darcy. Suelen ser más reivindicativas, dando un aire feminista a las protagonistas.



Ya hemos visto que estos ejemplos son libros inspirados en otros cuyos autores murieron hace tiempo. Los escritores que aún están vivos reaccionan de manera dispar ante cosas de este tipo. Evidentemente, como los derechos de autor están ahí, nadie puede publicar "oficialmente" nada usando sus personajes, así que entraríamos en el campo del fanfic.

Con Harry Potter, Crepúsculo, El Señor de los Anillos o Star Trek hay una auténtica fiebre de fan fiction, que viene a relacionarse con el shipping o emparejamiento de personajes que en el original no lo están. Algunos son extraños, por no decir imposibles. Otros recrean relaciones que más o menos vienen a intuirse, como varios de Canción de Hielo y Fuego. Está también el trasladar a personajes de otra épocas u otros mundos, como Poniente, al presente terrestre, o usar un mundo creado por otro para colocar a personajes originales. Hay opciones como cambiar la historia de amor entre, por ejemplo, Edward y Bella, y transformarla en una relación sadomasoquista, como en Cincuenta sombras de Grey. Este último caso ha sido uno de los más sonados, porque el relato saltó del mundo fandom a ser publicada como algo independiente. Cuando se ha leído Crepúsculo se ven los parecidos, sobre todo al principio. La polémica estaba servida... 

Como ya saben, también las he leído. Tengo mucho valor (y mucho tiempo libre)


Y esto es rizar el rizo ya

Algunos de los autores originales prohiben directamente que se escriban estas historias (yo creo que es como ponerle puertas al campo), mientras que otros, como J.K. Rowling las acepta siempre que no haya sexo entre menores. A G.R.R. Martin no le hacen gracia porque dice que desvirtúan la esencia de sus creaciones. Pero esto es así, querido... Cuando te inventas un personaje y lo lanzas al mundo, la gente que te lee puede darle su propia interpretación, y el que a ti te parece odioso se convierte en preferido de muchos lectores y viceversa (empiezo a tenerle manía a Tyrion y deseo la muerte más dolorosa posible para Daenerys, no les digo más). Si, encima, tardas siglos en desarrollar tu saga, es normal que se elucubre y se piense en qué pasará o pasó. De todas formas, yo no soy muy partidaria de shippear de forma disparatada. Más bien me gusta imaginar cómo fue una historia del pasado que se deja entrever a través de la narración. 


Lo pienso leer
Todo este rollo que he soltado tiene como propósito desvelarles un pequeño secreto: esta servidora ha subido a un blog un fanfic y está publicando otro nuevo, basados ambos en Canción de Hielo y Fuego. ¿Es un delito? No lo sé... Mucha gente opina que no es lícito apropiarse de los personajes, historias o mundos creados por otras personas. Yo creo que lo inmoral es ganar dinero con ello, y no es mi caso. Nunca en mi vida he escrito nada: ni cuentos, ni poesía, ni relatos. No me las doy de escritora, ni mucho menos. Solía escribir diarios que no sé si quemé o tiré. Se podría decir que eran como este blog: tontunas que me ocurrían, pensamientos chorras. Pero ya está. Aún así, intento cuidar lo que escribo, repasándolo y queriendo que tenga un mínimo de calidad. No uso un lenguaje rebuscado, ni tampoco sabría hacerlo, pero al menos reviso un poco. ¿Por qué hago esto? Pues porque hay ciertos personajes cuyo pasado me interesaba y empecé a poner por escrito cómo fue su historia. Era algo privado, para mí, narrarlo como me hubiera gustado leerlo. Las ideas me venían a la cabeza y terminé por plasmarlas para que no se me olvidaran. Se las fui pasando a una amiga internetera y me dijo que por qué no las iba publicando, y así lo hice. Les puedo asegurar que mi respeto al autor original y a los personajes es máxima. Investigué para asegurarme de que los hechos que narraba eran así, aunque les di un pequeño giro que no creo que desvirtúe lo que parece ser que ocurrió. La información con la que contaba era a veces contradictoria, por lo que tenía que añadir o cambiar algunos momentos, buscando siempre la fidelidad. De momento han gustado a los seguidores de G.R.R. Martin, aunque sé que existen detractores de este tipo de cosas entre los fans del escritor más coñazo del mundo (y lo digo con conocimiento de causa). Si me pillaran, me dejarían en manos de Illyn Payne...

Por si les interesa saber de qué van, el primero trata sobre la adolescencia de Petyr Baelish (mi personaje favorito), Catelyn y Lysa Tully en Aguasdulces. El segundo (que aún está en proceso de publicación) recrea lo que posiblemente ocurrió entre Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen antes, durante y después del Torneo de Harrenhal, así como los acontecimientos de la Guerra del Usurpador hasta la confrontación en la Torre de la Alegría. 

sábado, 5 de enero de 2013

Parecidos razonables (XXX)

Leonard Hofstadter tras estar tres meses en el Polo y Saul Berenson.


martes, 1 de enero de 2013