martes, 31 de diciembre de 2013

¿Ya es 31 de diciembre?

Esto no puede ser. Otro año que se acaba. Se me ha pasado especialmente rápido, no sé por qué. Parece que fue ayer cuando estaba preparando la Nochevieja del 2012. Qué disparate. En fin, que decimos adiós a un año en el que viejas glorias del cine se han ido para hacer compañía a mi cinéfilo padre. Otras personas menos famosas también nos han dejado y desde aquí mando un recuerdo para ellas. También hay que dar la bienvenida a los nuevos miembros que se han sumado a mi familia y a las familias de amigos. Para mahn ha sido un año estupendo y seguro que esto seguirá así, si no a mejor.

En cuanto a mí, he escrito unos cuantos fics, he visto muchas series y he leído un poco de todo. En las redes he encontrado a mucha gente con la que he hecho muy buenas migas y espero seguir haciéndolas. Y en la vida real los amigos siguen ahí, a pesar de todo. Gracias.

Que el 2014 sea un buen año para todos, no pido más. Bueno, sí: disfrutarlo otra vez con mahn y con ustedes, por supuesto. Feliz año nuevo.


Entrada caótico-sassenachera-greyana

Hubiera querido hacer esta entrada ayer, que fue cuando salió la cosa, pero estuve todo el día fuera y llegué cansada a casa. Antes de mi tradicional post de despedida del año, qué mejor que dejar unas bonitas imágenes y también un poco de humor. Pero vayamos por partes.
Ayer, la cuenta tuitera de Starz para Outlander anunciaba lo siguiente:



Ahí estábamos, Kahlan89, Lo, Lucy y tachina esperando, a ver qué nos traían. Hacíamos nuestras predicciones, hablábamos de trolleo por parte de Starz, de que si no era el Día de los Inocentes, de que si sería alguna foto chorra. Sólo tachina confiaba en que sería algo bueno y acertó... Tardaron su buen rato, pero mereció la pena esperar: fotaca de la parejita feliz. ¡Y mejor de lo que habíamos pensado! Una bien grande, bien hermosa, de cuerpo entero, donde podemos apreciar a Sam con kilt y verle las rodillas. ¡El lujo absoluto! Estuvimos tuiteando como locas a cuenta de la imagen. Y eso que es sólo una fotito de nada. Pero es que estas cosas son las que dan vidilla: la espera, el goteo de fotos, las elucubraciones de lo que harán... Bueno, aquí está el motivo de esos desvelos: 

Oiiiiiig, qué bonito todo

A pesar de todo, todavía hay gente que critica la elección, el color del pelo de él y el de los ojos de ella. Señores: ¿cuándo han visto ustedes un tío con el pelo naranja zanahoria que sea guapo? Que grados de pelirrojez hay muchos, y un buen caoba queda genial. 

¿Pero cómo no había puesto esta foto aquí?

En cuanto a los ojos de ella, otro tanto. ¿Unas lentillas para conseguir el efecto? Horror. Ni siquiera lo han hecho con Daenerys Targaryen los de HBO... Eso no queda bien. Pensemos en el conjunto, por favor. Recuerden a Jack Jackson de The Pillars of the Earth. ¿Tenía el pelo color naranja vivo? No y, sin embargo, era él absolutamente. Startz será lo que sea, pero sabe elegir a los actores para cada personaje. Podrían haber aprendido los de Death comes to Pemberley, pero ésa es otra historia que ya les contaré el año que viene.

Reparto casi perfecto (lo siento por Tobias, pero no me gusta demasiado)

Como ven, la fiebre sassenachera sigue su curso, en parte gracias a Twitter y a las amigas que siguen las andanzas estos personajes y con las que comento todas estas chorradas. Yo lo estoy pasando pipa a pesar de que el quinto libro se me está haciendo algo pesado, pero ya conocen mis manías: si hay que leerlo, se lee, que no me lo cuenten.


He dicho más arriba que esto iba a contener algo de humor. Ayer por la tarde acompañé a al Corte Inglés mahn para recoger su dorsal para la San Silvestre. Cómo no, pasamos por la sección de libros y vi una pila que me hizo soltar una carcajada: en torno a la trilogía del Grey había una montonera de novelas perfectamente reconocibles en su temática, tanto por la cercanía al engendro de E.L. James como por las portadas y títulos. Ahora no recuerdo ninguno, pero todos eran de lo que eran sin duda. Mi sentido arácnido-sassenachero captó un tartán y obligó a mis ojos a posarse en esta portada:

Ojo a los títulos que hay a cada lado
Megan Maxwell es una española que escribe con pseudónimo y que tiene una legión de seguidoras con su novela erótica Pídeme lo que quieras y la continuación, aunque empezó en esto de escribir con literatura chick-lit. Por lo que se ve, no ha podido resistirse al ya clásico tema del highlander buenorro y aguerrido para meterse en una novela romántica de ambientación histórica. Como soy como soy, compartí esto en Twitter con las sassenachizadas y hemos dicho de leerla para partirnos un rato de risa, que buena falta nos hace. Sólo con la sinopsis el descojone ha sido máximo, aunque seguro que está mejor escrita que el Grey. Ahora ya es cuando ustedes dejan de leerme a mí y mahn me pide el divorcio.

P.D.: Antes de marcharme y por si me meten sin remedio en la acolchada esta noche, me despido de mis sassenachizadas con este vídeo. ¡Felices Fiestas y que el 2014 esté plagado de pelirrojismo, Sassenachs! 



viernes, 27 de diciembre de 2013

Nueva etiqueta (directa al manicomio)

Pues qué quieren que les diga... Si estoy dando el follón con una cosa que no me gusta, ¿por qué no darlo con algo que sí? Así que inauguramos etiqueta. Ya me lo sugirió Elora, pero lo tenía en mente antes. El caso es que hasta que estrenen Otulander estaré informando de vez en cuando, y también comentaré los libros. Estoy atrancada con La cruz ardiente, pero quiero darle un adelanto estas Navidades. Por lo tanto, annuntio vobis gadium magnum, habemus nueva etiqueta: Sassenacheando. Y qué mejor que acompañarla de una nueva lección de gaélico. Hoy: Craigh na Dun.


jueves, 26 de diciembre de 2013

The White Queen, las mujeres hacen la Historia

Estas vacaciones me he propuesto ver algunas series, sassenachear un poco más de lo habitual (cosa que no estoy cumpliendo) y ordenar el cuarto de la vergüenza (esto mejor ni lo explico). Entre las series pendientes tenía The White Queen, lo que podría ser una especie de precuela de The Tudors, pero con la diferencia de que aquí el punto de vista es femenino, concretamente tres mujeres serían las grandes protagonistas. De hecho, la serie se basa en la novela homónima de Philippa Gregory y en otras dos, The Red Queen y The Kingmaker's Daughter. Esta señora, para quien no la conozca, tiene en su haber The Other Boleyn Girl y otras novelas relacionadas con la realeza inglesa de esas épocas. Este verano, en plena fiebre tudoriana, me compré en Londres The Constant Princess, sobre Catalina de Aragón, personaje por el que siento cierta simpatía, pero que no sé ni cuándo leeré.

Mientras veía la serie, me daba cuenta de esas sutiles similitudes (a veces no tan sutiles) entre la llamada Guerra de las Dos Rosas y Canción de Hielo y Fuego. Martin nunca ha ocultado su inspiración, pero es que estaría bueno... Aunque insisto en que en su momento encontré más parecido entre la historia de Isabel la Católica y la saga martiniana. ¿Lo confesará Martin alguna vez? 

TRES MUJERES DE ARMAS TOMAR

Como he indicado antes, la serie se basa en tres novelas, cada una de ellas dedicada a una mujer importante con la historia que aquí se trata.
Isabel Woodville, la Reina Blanca

Rebeca Ferguson encarna a Isabel Woodville

Se la consideraba una plebeya, pero Eduardo IV se casó con ella en una boda secreta y privada que será usada en su contra después para declarar bastardos a sus hijos. Era viuda cuando conoció al rey de Inglaterra, un York. Su familia era partidaria de los Lancaster, pero cambiaron de bando después del matrimonio. Tuvo fama de bruja, al igual que a su madre, algo que se usa en la serie varias veces. Una mujer fuerte y muy fértil, aunque tuvo sólo dos hijos varones, siendo el resto niñas.

Margarita Beaufort, la Reina Roja

Amanda Hale como Margarita Beaufort

Margarita está en el bando Lancaster y defiende a su retoño, un Tudor, como legítimo rey. Esta mujer es presentada como una fanática religiosa, convencida de que su hijo Enrique llegará al trono por expreso deseo del mismo Dios a pesar de que son muchos los obstáculos a salvar. Pero ella también sabe jugar sus cartas y no lo deja todo en manos del Altísimo. Su cuarto matrimonio (tercero según ella, que nunca reconoció el primero que tuvo) con Lord Stanley es la prueba de los intereses que reinaban en esa época a la hora de casarse. Al final de la serie la he visto como una especie de Catelyn Stark que se presenta en el campo de batalla en el que se decidirá si Enrique se convertirá o no en el monarca de Inglaterra. Sus continuos rezos me han recordado también a la devoción de Catelyn por los Siete.

Ana Neville, la Hija del Hacedor de Reyes

Faye Marsay es Ana Neville
Ana y su hermana, Isabel, son dos peones en manos de su padre, el tío de Eduardo IV, conocido como El Hacedor de Reyes. Me hizo gracia ver que aquí hay un "kingmaker", mientas que en Canción de Hielo y Fuego encontramos un "kingslayer". Juegos de palabras aparte, Ricardo Neville, Lord Warwick, era un señor muy poderoso y sabía cómo moverse e intrigar. Así, logra casar a su hija mayor con Jorge, hermano del rey, y a Ana con Eduardo, hijo del rey Lancaster Enrique VI. Comprobamos así que este hombre usaba a sus hijas a conveniencia, según estuviera de un bando o de otro, llegando a tener a una hija en cada lado. Pero Ana, a diferencia de Isabel, tenía más carácter y, tras quedarse viuda, logró contraer matrimonio con el otro hermano del rey, el Duque de Gloucester, futuro Ricardo III, por lo que llegará a convertirse en reina de Inglaterra, cosa que su hermana no consiguió a pesar de la rebelión protagonizada por Jorge para deponer a Eduardo IV del trono.

OTRAS FÉMINAS A TENER EN CUENTA

Jacquetta de Luxemburgo, la Dama de los Ríos

Janet McTeer como Jacquetta de Luxemburgo
La madre de Isabel Woodville tiene su propia novela, The Lady of the Rivers, un juego de palabras porque su segundo marido y padre de su numerosa prole fue el Barón de Rivers, un hombre de baja condición social. Aquí la vemos con dotes de bruja y hechicera, y se sabe que fue acusada de tal cosa en un juicio del que finalmente salió libre. Sufrió la muerte de su querido esposo y de uno de sus hijos a manos de Jorge y Lord Warwick.

Cecilia Neville, Duquesa de York

Caroline Goodall encarna a la madre de Eduardo IV
La Duquesa Cecilia no aprobó el matrimonio de su hijo con Isabel Woodville, a la que consideraba una advenediza al igual que toda su familia. El primer encuentro entre ella y su nuera es antológico, más que nada por la intervención de Jacquetta, que le suelta una indirecta sobre los rumores que hubo sobre la posible ilegitimidad de Eduardo, del que se decía que era hijo de un arquero con el que Cecilia había tenido un lío. La cara que se le queda es un poema. Leo por ahí que Catelyn Stark está en parte inspirada en esta mujer, que quería mantener a sus hijos unidos y de hecho intervino para poner fin a las enemistades hubo entre ellos.



Ana Beauchamp, Condesa de Warwick

Ana es interpretada por Juliet Aubrey

La perfecta pareja de Lord Warwick, era una mujer muy rica, y su fortuna fue codiciada por Jorge y Ricardo, casados con sus hijas.  Cayó en desgracia cuando su marido se unió a la causa de Jorge para derrocar al rey Eduardo IV.

Margarita de Anjou, la reina Lancaster

Veerle Baetens interpretando a Margarita
Margarita era la esposa del rey Enrique VI, que curiosamente era "el rey loco" (otra referencia a Canción de Hielo y Fuego). Francesa de nacimiento, su matrimonio con el Lancaster se produjo para acercar Inglaterra con Francia. Casó a su hijo con Ana Neville, pero el heredero murió en una batalla, de forma que los Lancaster se quedaron sin candidato descendiente directo de Enrique, por lo que las opciones del hijo de Margarita Beaufort se reforzaron.

Isabel Neville, la hija obediente

Eleanor Tomlinson como Isabel Neville
Como hemos visto, Isabel fue utilizada por su padre como un peón de su juego. Más dócil que Ana, se casó con Jorge y vivió obsesionada con darle un hijo varón. Estuvo enfrentada a su hermana, que desconfiaba de las intenciones de Jorge, aunque terminaron reconciliándose. Convencida de que Isabel Woodville era una bruja, atribuyó a la reina las desgracias que le ocurrieron. 

Isabel de York, la Princesa Blanca
Freya Mavor interpreta a Isabel en los últimos capítulos
Fue la primogénita de Isabel y Eduardo. Después vendrían más niñas hasta que llegaron los ansiados varones que, lamentablemente, no conocerían la edad adulta. Tras la muerte de su padre y el ascenso de Ricardo al trono, parece ser que éste pretendió casarse con su sobrina. A Isabel Woodville no pareció desagradarle la idea, puesto que de esa forma su hija se convertiría en reina. Pero por otra parte, Isabel fue prometida al pretendiente Enrique Tudor si este derrocaba a Ricardo y se hacía con el trono. Finalmente así fue la historia y el matrimonio entre Enrique e Isabel puso fin a la Guerra de las Dos Rosas y unió a las familias enfrentadas. Ellos fueron los padres de Enrique VIII. Parece ser que la BBC tiene pensado llevar a la pequeña pantalla la novela de Philippa Gregory titulada The White Princess, que sería la continuación de esta serie e iría justo antes de The Tudors. Ojalá se haga.

La historia de todas estas mujeres está vinculada a la de los siguientes hombres:

LOS TRES HIJOS DE YORK

De izquierda a derecha, Jorge, Eduardo y Ricardo (me encantan estos nombres)
 Eduardo IV

Max Irons como Eduardo IV
Joven impetuoso, se casó con Isabel Woodville en una ceremonia secreta que no gustó nada a nadie, ni a su familia ni al Hacedor de Reyes, que había proyectado su boda con una princesa francesa para obtener una alianza con aquel país. Tuvo que enfrentarse Lord Warwick y a su propio hermano Jorge, que quiso usurparle el trono.

Jorge, Duque de Clarence

David Oakes, siempre haciendo de malote, es Jorge
 Jorge estaba siempre entre dos tierras: apoyar a su hermano contra los Lancaster e ir contra él para coronarse rey. Así le fue como le fue. Odiaba a su cuñada Isabel, a la que creía una bruja. SPOILER: Eduardo tuvo que condenarlo a muerte por traición.



 Ricardo, Duque de Gloucester y futuro Ricardo III
Aneurin Barnard como Ricardo. Un descubrimiento este muchacho
A Ricardo se le pone siempre la pinta que Shakespeare le dio en el drama Ricardo III. Aún recuerdo el impacto que me produjo la versión de Lawrence Olivier, con esa nariz, la joroba y el alma negra y retorcida, capaz de asesinar a dos niños por hacerse con el trono. Cuando vi a Aneurin busqué inconscientemente la joroba, a sabiendas de que recientemente habían hallado los restos de Ricardo y se había llegado a la conclusión de que sufrió escoliosis, pero la ropa le ocultaba el bulto que pudiera tener en la espalda. Una alegría ver a este señor, la verdad. Aparte de lo estupendo del actor, Ricardo es aquí un hombre que siempre se mantuvo fiel a su hermano y, creo yo, se hizo con la corona pensando en lo mejor para Inglaterra una vez que los hijos de Eduardo fueron declarados bastardos. Lo de la muerte de los Príncipes de la Torre queda un poco... Mejor que lo vean ustedes mismos. Su matrimonio con Ana Neville se supone feliz, puesto que no se le conocieron amantes en el tiempo que duró. Se conocían desde pequeños y en la serie nos presentan a la hija del Hacedor de Reyes como enamorada desde siempre de Ricardo.




EL CANDIDATO LANCASTER AL TRONO

Enrique Tudor, futuro Enrique VII


Michael Marcus como Enrique Tudor adulto
Enrique se crió separado de su madre, Margarita Beaufort. Su tío Jasper Tudor fue el encargado de su eduación, mientras que Margarita se movía para ponerlo en el trono. Pertenecía a una rama distinta de los Lancaster, pero tenía derecho al trono porque era nieto de Catalina de Valois, mujer de Enrique V, y de su segundo marido, un Tudor. Es el fundador de la dinastía que reinará en Inglaterra hasta Isabel I.

 LOS MALOTES IMPRESCINDIBLES

 Ricardo Neville, Conde de Warkick, "El Hacedor de Reyes"

Neville es interpretado por James Frain
Tío de los Hijos de York, se decía que quien reinaba era él y no Eduardo, hasta que éste se casó con Isabel Woodville. A partir de ahí perdió influencia en el rey y movió una rebelión en su contra para coronar al Duque de Clarence. James Frain vuelve a ser uno de esos personajes con un reverso tenebroso como su Cromwell de The Tudors.

Tomás Stanley, Lord Alto Condestable

Rupert Graves caracterizado como Lord Stanley
El matrimonio con Margarita Beaufort fue para ambos un puro trámite, una unión por conveniencia, que ni siquiera fue consumado. Lord Stanley y su hermano siempre estaban cada uno en un bando, por lo que aseguraban a su familia el apoyo del que estuviera en el poder. En cierto modo, me han recordado un poco a Meñique y la Araña, moviéndose a la perfección entre todos los tejemanejes de la corte sin despeinarse. La prueba más clara de lo bien montado que lo tenían es la batalla de Bosworth que enfrentó a Ricardo III con el pretendiente Enrique Tudor. Ahí están ellos, mirando el desarrollo, y los bandos enfrentados sin saber a quién van a apoyar los hermanos. Unos listos, desde luego.



Como cosa curiosa les dejo esta captura de pantalla. Margarita está contemplando un eclipse de sol (bien podría ser el Cometa Rojo de la saga de Martin) y lo ve como una señal de que Dios está del lado de su hijo. Ojo a lo que dice...


martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Las hermanas March (versión 1949) y yo les deseamos unas felices fiestas.


domingo, 22 de diciembre de 2013

Quince años disfrutando el verdadero Gordo de Navidad

Hace quince años me tocó una lotería especial, tanto que en vez de disminuir el premio con los años, está aumentando. Y eso que el premio es compartido.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Momentazos clásicos y llenos de pelirrojismo

Aprovechando esta racha de estrellas que se nos van, les dejo una serie de momentazos protagonizados por Eleanor Parker y que tenía en la recámara. A falta de una escena de Con él llegó el escándalo, les dejo los de sus otros dos papeles que tanto me gustan: Joanna de Cuando ruge la marabunta y Lenore de Scaramouche.

Cuando ruge la marabunta
La esposa/piano usado

Poniendo protección contra las terribles hormigas

Scaramouche
Una discusión entre André y Lenore, dos personas tan impetuosas...

...sólo puede acabar a sartenazos y algo más.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Estrellas de cine que se van al firmamento

¿Pero qué pasa este fin de año? ¡No paran de morir viejas glorias del cine! Sí, precisamente porque son viejas es normal que se vayan, pero por Dios, un respiro... Si el otro día hablaba de Eleanor Parker y aludí a las hermanísimas, hoy me entero de que Joan Fontaine ha muerto. ¡Joan Fontaine! El fin del mundo está cerca y vendrá cuando Olivia de Havilland, la hermana superviviente, nos deje. Pero es que ayer murió Peter O'Toole, y esta tarde me llega la noticia de que Lolita Sevilla también ha fallecido. Si fuera una actriz o actor, tanto de Hollywood como patrio, estaría temblando... Tengo unos cuantos nombres en la cabeza que no quiero decir por si acaso, pero como acierte ya lo diré. Miedo me doy. Por otra parte, desde que mi padre murió, no paran de acompañarlo muchos de sus ídolos. Qué mejor compañía que la de un cinéfilo de los de antes, habrán pensado...

miércoles, 11 de diciembre de 2013

11-12-13, celebrando con arcilla

Curioso día para nacer, porque alguien nacerá hoy. Pero yo lo destaco por ser mi noveno aniversario de boda, mis bodas de arcilla o de barro. Es curioso que las anteriores fueran de bronce, duras, mientras que un año más hace esta unión más blanda, que no más débil. Supongo que otro año juntos supone ser maleables y moldeables, adaptándonos cada vez más el uno al otro.


martes, 10 de diciembre de 2013

Hasta siempre, Eleanor

Ayer felicitaba a Kirk Douglas por su 97 cumpleaños y, cómo no, salían a colación las hermanísimas, Joan Fontaine y Olivia de Havilland, como ejemplo de otras viejas glorias que también viven aún. Yo, por mi parte, me acordé de Eleanor Parker... Y hoy me levanto con la noticia de que ha fallecido. Hace tres años la felicité por su cumplir ochenta y ocho. Hoy la despido y repito lo que allí dije: siempre será la impetuosa Lenore, la esposa/piano usado Joanna y la dignísima Hannah. Adiós, pelirroja de armas tomar. Mi padre te recibirá encantado.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Parecidos razonables (XXXIX)

Ron Perlman y Lluís Soler, fray Hernando de Talavera en Isabel. 


 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Parecidos razonables (XXXVIII): se acerca el invierno... o el invierno está aquí

Vengo de ver Frozen, el Reino de Hielo. No me ha gustado demasiado, muy espectacular desde el punto de vista estético, pero no me ha terminado de cuadrar el desarrollo. De todas formas, me sigue gustando ver a los maromos que la Disney diseña, porque hay que reconocer que los hacen bien plantados, oiga. Y siempre regreso con cara de tonta a mi casa. 

El caso es que, mientras la iba viendo, pensaba que algunos personajes eran muy Canción de Hielo y Fuego (para variar), aunque aquí hay poco de esto último y mucho de lo primero, que menuda sensación de frío he tenido toda la peli. Pero volviendo a los personajes, tenemos a una Targaryen con pelo blanco (la princesa y luego reina Elsa), a una Tully pelirroja (la princesa Anna), a un Lannister rubiales (Kristoff) y a un castaño Stark (el príncipe Hans). MEGA SPOILER (por una vez, el Stark es el malo y el Lannister el bueno).

La Targaryen y la Tully

El Stark

El Lannister

Pero si hay un parecido que me ha asombrado ha sido el de Olaf, el muñeco de nieve, con Hipólito de El Secreto de Puente Viejo. Ha sido verlo y pensar que era clavadito. Si ven a ambos en acción, seguro que me dan la razón.

Olaf
Hipólito

Ah, y ha salido una escultura (un busto) con el ceño fruncido. Que no falte.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Acercándose a los 40

Ha sido un día de locos, con cinco horas de clase, la última con el curso follonero que ha venido más follonero que nunca, y un claustro. Pero feliz. Feliz porque tengo a mahn; feliz porque he recibido muchas felicitaciones desde muchos puntos distintos y por medios también distintos, además de besos, abrazos y regalos virtuales; feliz porque leer tuits de antiguos alumnos recordando mi paso por sus vidas como algo bueno compensa el tener que batallar con ciertos elementos cada día; feliz porque creo que la gente que me ha deseado un buen día lo ha hecho de corazón y no sólo por cumplir... Feliz, en definitiva, de ser casi una cuarentañera, una MILF que diría alguno que yo me sé (aunque la M aquí es más bien de "madurita"), una señora que se siente joven, que a veces peca de piterpanesca y que no pierde las ganas de soñar y fantasear. Gracias por acompañarme en este día.