domingo, 26 de enero de 2014

Novedades sassenacheras y greyanas

Fiel a mis lectores, traigo últimas cosillas sobre el Grey (es una cruz que debo soportar) y Outlander.

De Grey traigo el primer cartel que ha salido, aunque queda más de un año para su estreno. El enigmático dueño de Grey Enterprises Inc. nos da la espalda antes de deslumbrarnos con su ceño fruncido. La diosa que llevo dentro se está limando los dientes para morderle el cogote mientras que mi subconsciente se ha tirado por la cristalera hacia el vacío.


En cuanto al sassenacheo, con unas pocas horas de diferencia nos han dado dos raciones como para dejarnos sin enaguas varias reencarnaciones: una nueva lección de gaélico y un tráiler de la serie con aparición de Jamie Fraser hablando y descamisado. No digo más.

Ojo también a los hermanos Dougal y Collum
Unas capturitas...




Aquí les dejo el enlace al tráiler. El acento de Jamie es para caerse de espaldas.

miércoles, 15 de enero de 2014

Lo que nunca acaba

Como la limpieza de una casa... Lo que nunca acaba
Hace dos noches estaba por Twitter comentando con Lo mi último descubrimiento, Reign, y salió el tema de los culebrones a propósito del actor que interpreta a Tomás de Portugal. Ella lo conocía de uno y ya nos liamos y terminamos hablando de Cristal, de lo cutres que eran estas producciones y cómo su éxito era mayor cuanto mayor era también la casposidad. Empezaron a venirme a la cabeza series de este tipo y me di cuenta de que, si bien no he visto demasiadas, sí que las suficientes para escribir un post. Abandoné el mundo culebronero hace años, por malo, repetitivo, falta de tiempo y supongo que por buen criterio y gusto, pero reconozco que pueden enganchar sean como sean, aunque las series venezolanas de cierta época tienen un mérito enorme al no contar con tiorros tales como los de Pasión de Gavilanes, que llevaban locas a las adolescentes y no tan adolescentes. Además, habría que establecer una diferencia entre las producciones mexicanas y brasileiras de época, bastante dignas, y las venezolanas que intentaban recrear el serial norteamericano tipo "amor y lujo". Ya lo decía el sabio Profesor Cojonciano en El Jueves: los líos de quítame allá estos pozos petrolíferos o aquellos viñedos no eran nada comparado con (y cito de memoria) esas amigas pécoras, esos curas calentorros y esos galanes machistas. En fin, vamos allá. Aviso que esto se va a llenar de imágenes que pueden herir su sensibilidad después de haber contemplado a los actores de The Tudors o The White Queen. Y no digamos ya Sam Heughan.

Los ricos también lloran
Mariana y Luis Alberto
Beto, el niño perdido y hallado, luciendo pelos
Mi primera noción de culebrón venido de México fue la mítica Los ricos también lloran, con esa Mariana, ese Luis Alberto y ese cartón piedra maravilloso. Recuerdo a una vieja que le hacía la vida imposible a la heroína y luego se vuelve buena, y también a Beto, el hijo perdido de Mariana, que terminará enamorándose de la hija adoptiva de sus padres, una petarda llamada María Isabel. Y qué looks, por Delia Fiallo, qué looks. Pero las intros se llevaban la palma y ahí tenemos a Verónica Castro, madre del inefable Christian Castro, interpretando el tema principal de la serie. Esos elencos protagónicos llenos de actores, actrices, actuaciones especiales y estrellas invitadas. No tenían final.



El bombazo que supuso este culebrón fue enorme. A nivel internacional, Verónica Castro se convirtió en un ídolo de masas en lugares tan alejados como Rusia. Lo malo es que en España lo ponían por las mañanas y sólo pude verlo en verano y creo que la cosa llegó hasta las vacaciones navideñas. Qué manera de levantarse a las 9 para ver este disparate.

Lo imperdonable
Nuestra Amparo Rivelles como Alejandra/Andrea
Así debería llamarse este post, porque es para no perdonarme, por Dios. Esta telenovela es de 1975, pero la emitieron en España en los ochenta (no sé si sería una reemisión). Recordaba de este culebrón los títulos de crédito con el tren, fundamental en la trama. Por un accidente en uno de ellos, Alejandra pierde la memoria y es dada por muerta por su familia, que cree que se escapaba con su amante. Ya tenemos el lío montado. Leo en Wikipedia que el argumento era de Caridad Bravo Adams, la misma de Corazón Salvaje.



Cuna de lobos
Ese parche falso y maloso
Este culebrón mexicano no fue de los que siguiera, pero de algo de la trama me enteraba mientras fregaba los platos por las manañas en vacaciones. Recuerdo que la tía del parche era lo peor, una especie de Angela Channing que iba de buena pero era más mala que el baladre. Mucha mentira, engaño y secreto. La intro tampoco tenía desperdicio.

 

Caballo Viejo
Ciencia ficción de la buena
Si la memoria no me falla, a pesar de ser posterior a Cristal, creo que esta telenovela colombiana se emitió antes en televisión. La historia era increíble: una jovencita guapa y estupenda se enamora de su tío, que es viejo y, además, rancio como puede apreciarse en la foto. Si el señor fuera un Paul Newman de la vida, ya podía tener cien años que hasta lo entiendo, pero no es el caso.     

 

Dona Beija
La primera gran excepción entre tanto despropósito, una historia en donde la protagonista no es una santa virginal, sino todo lo contrario. Sufre abusos, es abandonada por su prometido, Antonio Sampaio, y decide vengarse de todos los hombres haciendo uso de su irresistible belleza. Las pasiones se desatarán y el drama estará servido en bandeja de plata. En esta serie no se cortaban a la hora de poner escenas subidas de tono, por lo que quizás su hora de emisión, la sobremesa, no era la más adecuada. Maite Proença era la protagonista de esta historia basada en un personaje real. No he visto mujer con un pecho tan bien puesto como el suyo. Aún recuerdo la escena en la que se pasea por el pueblo a lo Lady Godiva.




Con Antonio, el amor de su vida
Con Joao, con el que se casará. Éste es el que me gustaba a mí

 Cristal
Se me han cuarteado las retinas al ver esto
Corría el verano de 1989 y yo aprendía a escribir a máquina en una academia. Acostumbrada como estaba a llegar y ver los créditos de Dona Beija los días que me tocaba clase, cuál no sería mi sorpresa cuando, acabado tal novelón brasileño, me veo a un fulano cantando una canción cuyo estribillo era Mi vida eres tú. Era el principio del fin.

Y es que Cristal merecería un post aparte. Es tanto lo que podría decir la LA TELENOVELA, así, con mayúsculas. La veía todo quisque: amas de casa, abuelas, niños, niñas, señores hechos y derechos. El furor que causó este culebrón no tiene precedentes. Recuerdo empezar a oír sobre ella en las clases de Hogar (sí, teníamos optativas llamadas así en BUP) y a mí me parecía un disparate. Hasta que mi madre se enganchó y para qué quieres más. Mis hermanas y yo la veíamos con un sentido crítico, partiéndonos con las pintas y diálogos, pero no nos perdíamos ni un capítulo. De Cristal ha quedado mucho poso en nuestro lenguaje diario. Así, expresiones como "de lo last" (ésta era de Piero), "¡Muy bonito!" (dicho con ironía, igual que Alejandro Ascanio lo dice cuando el padre Ángel le cuenta su affaire de juventud con Victoria, la mujer de aquél), "El ofisio de bombero es mu sacrificao, pero tiene muchas satisfasiones", "¿Podrás aguantar dos ofertas de casorio en un mismo día?" (esto es del comisario Armando Rosales, apodado "el pecho estrecho" en mi casa, cuando le pide matrimonio a Vivian), "Esto no puede suuuuseeeedeeeer" (con voz temblorosa lo dice Cristina cuando está a punto de caer bajo los encantos de Luis Alfredo) y la mejor: "¿Se besaron?" (la madre de Adán, el fotógrafo, interrogando al hijo cuando vuelve de una cita con Cristina, la protagonista).

La serie era un sinfín de casposidad, peinados grotescos, maquillaje infame y vestuario para salir corriendo y no parar, pero la gente moría por ella. El nombre de Cristina se hizo más popular y hasta alguna Cristal apareció en el registro civil. Personajes como Luis Alfredo, Inocencia, Zoraida (y su "espectacular" transformación de patito feo a patito feo con moldeadora y raya en el ojo), doña Chona, la gran Marion y Gonzalo, su amante (un tío horrible), la mamá de Luis Alfredo, la madre del padre Ángel, la Beba Ascanio, Darío... Y Piero, el diseñador mariquita de Casa Victoria, la nota queer y tópica del mundo del "modelahe". Lo peor, si es que es posible que haya algo peor, de esta serie era que sus protagonistas eran lo más perullo que pisaba la Tierra. Jeanette Rodríguez era una carapán y Carlos Mata el galán más chuchurrío que he visto en mi vida. Pues todo el mundo loco con ellos. No voy a torturarlos con fotos de los actores porque no quiero perder más lectores ya. 

Los títulos de crédito eran impagables y yo aún recuerdo las letras de las canciones y la coreografía de Volvamos a vivir, ambas interpretadas por el ínclito Rudy la Scala. 


No puedo ni con mi vida ni con esa bufanda blanca

Topacio

Topacio y Jorge Luis



 Carlos Mata dándolo todo

La incombustible Delia Fiallo, responsable de Cristal, contraatacaba de nuevo con este culebrón de tomo y lomo. La protagonista, hija del rico hacendado Sandoval, es dada por muerta al nacer y en su lugar colocan en el lecho de la madre al hijo de un jornalero que ha quedado huérfano. Pero la niña no estaba muerta, y sino que sufre algo en el momento del parto y se queda ciega. Criada en plan salvaje, se ocupa de ella Fermín, un médico que tiene la cara desfigurada por las quemaduras sufridas al salvar a la niña de un incendio y que está enamorado de ella. El falso hijo de Sandoval, Jorge Luis, conocerá a la cieguita y ya tenemos la historia. Un follón que nos tuvo enganchados a las pantallas de Telecinco por mucho tiempo a pesar de ese horror de maquillaje en la cara del quemado (la cicatriz mutaba de unos capítulos a otros), esos pelos largos de Topacio y esa oda al despropósito estético en general. De esta serie también tenemos frases mis hermanas y yo: "Claro, como te casaste con el prinsipal de los Sandovales" (con tonito de envidia) y "Ese matrimonio vaaa".

Corazón salvaje
Juan del Diablo y compañía
Una telenovela mítica y con razón. Estas producciones mexicanas son otra cosa desde el punto de vista estético y hasta argumental. Hasta la intro tenía una canción cantada por el mismísimo Plácido Domingo. 





La historia de Caridad Bravo Adams ha sido versionada varias veces, pero ninguna con tanto éxito como la protagonizada por el malogrado Eduardo Palomo, que desató pasiones entre las féminas con su Juan del Diablo duro, machote y castigador, un señor capaz de soltar perlas como "Una cosa es una mujer con carácter y otra una sorra". Confieso que no la seguí con fidelidad, pero algo veía y tenía su aquél. Yo era muy fan de don Noel que en su juventud interpretó a Juan. Qué voz tenía ese señor. Recientemente hicieron una nueva versión que puso a las fans de Palomo en pie de guerra y con razón. Sólo hay que ver al armario empotrado que escogieron para hacer de Juan. Lo bueno de Eduardo Palomo era que sin ser un tiazo, conquistaba por su manera de hablar y, sobre todo, de mirar. Era un canalla.

Ni Fabio supera esto


La loba herida

El trío protagonista
Menos mal que la foto no sigue hacia abajo


 El Puma y Julio frente a frente

Con esta horterada me despedí del mundo culebronero, que lo mejor que tenía era la canción de la intro. No recuerdo haberla finalizado siquiera. Eran tiempos en los que cosas como ésta y Topacio se emitían en la banda de la noche, justo después del Telecupón si no me falla la memoria. En esta telenovela el prota, Macuto, tenía cierta gracia, era un indio cuadradote y con melenón. Las mozas eran otro cantar: una, Mariela Alcalá, la actriz que dio vida a Inocencia en Cristal, tenía tres culos; la otra, Astrid Carolina Herrera, la típica Miss Mundo venezolana con cara de Michael Jackson, se hacía pasar por hombre para vengarse de no sé quién y se enamoraba de Macuto.

Lo de ser peluda como un hombre lo llevaba de serie
El tema del travestismo dio lugar a más de un equívoco. Macuto, viendo las extrañas tendencias que su amigo de gafas tenía hacia él, acuñó una de las frases que pasó a formar parte de nuestro bagaje de citas célebres culebroneras: "Mira... Yo sé que hay gente a la que le gusta el frito". No me digan que no es maravillosa.


Otras telenovelas: las que no seguí
Las series que vinieron inmediatamente después del exitazo cristalero no me interesaron, ya no tuve las santas ganas de ver otra vez el argumento de Cristal repetido hasta la saciedad: niña pobre que se enamora de niño rico y blablablá. Ahí estarían el intento de repetir el bombazo de Cristal con La Dama de Rosa, con Carlos y Jeanette otra vez, un bodrio de dimensiones catedralicias con una protagonista que cambia de identidad y es más insoportable si cabe; Rubí, protagonizada por la actriz que interpretaba a Inocencia; Kassandra, con el primer calorro de telenovela, Osvaldo Ríos, un perullazo que al menos estaba cuadrado... Tampoco vi más producciones brasileñas o mexicanas, a pesar de la pintaza que tenían, porque crecí y tuve que ponerme a estudiar en serio. Ahí estaban, por ejemplo, Luz María, con Angie Cepeda y el tiazo de Christian Meier, que depués haría de El Zorro en La Espada y la Rosa, o Mundo de Fieras, con Catherine Fulop y Jean Carlo Simancas, Abigail, de nuevo con la Fulop... Exitazos como Café con aroma de mujer, Betty la Fea o Pasión de Gavilanes ya quedaron atrás para mí. No había tiempo para eso, mi cupo de telenovelas se había colmado. Y me dejo las argentinas... ¿Alguna recuerda Cuatro hombres para Eva?
Mientras escribía este post, por Twitter estaban Lo, Lúthien y Esther haciéndome sugerencias sobre mil y un culebrones, además de confesando pecados que me han hecho ponerme a sus pies por ser unas maestras en esto. Les cedo el testigo gustosamente para que comenten todo aquello que vieron y disfrutaron.

Este post está dedicado a las compañeras tuiteras, a mi amiga Fefa, con quien comentaba cada mañana el capítulo de Torpacio (que era como la llamábamos nosotras) camino de la parada del autobús que nos llevaba al instituto, a mi madre y a mis hermanas y primas.

martes, 14 de enero de 2014

Los gifs más esperados

No tienen un tamaño muy grande y por eso no se ven bien al ampliarlos, pero Kahlan me ha pasado los gifs más esperados del evento del sábado pasado. Que los disfruten con salud.




Y una captura muy interesante hecha por Lo.

 

lunes, 13 de enero de 2014

Esperando los castillos en la nieve

Estamos de regresos, estrenos y otras locuras como han podido comprobar. Anoche, a eso de las tres de la mañana hora española, salía ya el esperado avance del la cuarta temporada de Juego de Tronos. Si para la tercera no aparecía mi Meñique pero sí se oía su voz, al menos esta vez lo puedo ver un poquillo soltando una frasaza. También hay ración de Jaime, Jorah y Oberyn. Y se intuye un segundo del MOMENTAZO que Kahlan me ha regalado a modo de captura. Espero que se materialice y pueda poner la escena aquí bajo la etiqueta adecuada.

Snow maiden kisses are coming

domingo, 12 de enero de 2014

Sassenacheano en directo

¡Aquí estoy, a estas horas, las 2:30 am! Pero no estoy sola, sino con miles de sassenachizadas y tuiteando como una loca con Kahlan, Lo, Naty y Elora. El evento de Outlander retransmitido en directo ha sido una pasada: Diana muy cachonda, Ron fantástico, Caitriona simpatiquísima y Sam, oh Sam, con kilt, su sonrisa, su manera de hablar y su timidez. Estamos maravilladas. Las capturas han colmado Twitter y lo mejor ha sido EL TRÁILER. Me voy a la cama, pero no sé si me dormiré. A ver quién es la guapa que mañana se levanta a las 8:30... ¡Felices y pelirrojos sueños, guapas!


Lecciones de gaélico

Ejem...

sábado, 11 de enero de 2014

Mi cordura amenazada

En mi post anterior hablaba de que un día de estos me encierran en el manicomio presentando pruebas gráficas como la de Vikings. Espero que, al menos, sea el Briarcliff Asylum el lugar para ingresarme y ya rematamos la cosa como debe ser.

El caso es que ayer salieron imágenes de dos series que están llevando esto del fangirlismo a límites insospechados: Juego de Tronos y Forastera. De la primera se anunció su estreno para el 6 de abril y este domingo habrá un tráiler, pero ya se colaron algunos fragmentos del mismo. Como siempre, que no falte el pesado de Tyrion y la intensa de Daenerys, imágenes del todo innecesarias y que no aportan nada de nada. Pero hete aquí que se nos presenta uno de los momentos más esperados: el duelo entre Oberyn Martell, La Víbora Roja, y Gregor Clegane La Montaña. Sí, por fin, algo interesante a lo que echarle el ojo. Por Twitter hubo de todo, desde gente pegando botes hasta críticas y burlas sobre la voltereta que Oberyn da en el trocito que vemos. Yo encantada, oiga. Tengo tan asumido que jamás van a mostrar nada de Meñique (y mira que va a tener momentazos esta temporada... HBO: quiero ver EL MOMENTAZO), que ver a Oberyn haciendo piruetas me pareció estupendo.


(pueden silenciar el vídeo en la esquina de la izquierda del vídeo, pinchando sobre el icono del altavoz)

Superado el impacto de tan escasa escena, vino a sumarse otro, esta vez en forma de aluvión que hizo peligrar Facebook y Twitter. El grupo de Locas de Época y mi cuenta sassenachera echaban humo. Es cierto que hace unos días ya aparecieron imágenes de la serie Forastera en las que Caitriona salía vestida de época, pero sabemos que no es éso precisamente lo que más nos interesa ver. El viernes se presentaba Black Sails, una producción de Starz protagonizada por mi Toby Stephens, y hasta allí fueron Sam Heughan y Caitriona Balfe porque hoy sábado hay un encuentro de ellos, Diana y los productores con los fans de la serie.

Qué seriote está Sam


Fotos y vídeos everywhere, la locura. Aquí pueden ver más. Entonces llegaron las fotos de Sam con kilt para la primera sesión de preguntas. Fue el momento de la tarde: las cuentas tuiteras publicaban una y otra vez las mismas imágenes y todas tan contentas.


Esa mano...



El despatarre que no falte

No pongo todo lo que hay por ahí porque colapsaría la entrada al no poder cargarse tanta imagen, ustedes me entienden. Pero no me resisto a poner los dos vídeos con la entrevista a sus protagonistas. En ellos se ve la química que hay, importantísimo para que la serie triunfe, y lo encantador que es Sam, diría que hasta tímido.


Les dejo los enlaces con las dos partes de la entrevista:

http://watch.accesshollywood.com/video/outlander:-caitriona-balfe-sam-heughan-how-sexy-will-the-show-be/3038458262001?utm_source=watch.accesshollywood.com&utm_medium=share-link

http://watch.accesshollywood.com/video/outlander:-caitriona-balfe-sam-heughan-talk-massive-fan-base/3038491590001?utm_source=watch.accesshollywood.com&utm_medium=share-link

Y como traca final, LA IMAGEN:

No words

viernes, 10 de enero de 2014

La prueba definitiva

Cuando mahn quiera presentar la prueba definitiva que me lleve al manicomio para no salir, podrá usar ésta que hoy le dejo aquí, en bandeja de plata. Empecé a ver Vikings, una serie llena de macizorros escandinavos llenos de pelos, mugre y músculos. Tras el primer capítulo me dije que bueno, que no estaba mal. Llegó el segundo capítulo y lo que me convenció para seguir no fueron los hinchados cuerpos de los chicarrones del norte europeo, sino un endeble monje inglés. ¿Es o no es para encerrarme? Y la prueba gráfica de que no estoy bien de la azotea es la siguiente:


Luthien me pasó esta foto para convencerme del pechote de Ragnar (el prota, que no me gusta nada de nada, prefiero a su hermano Rollo en todo caso), y mis ojos se dirigieron a la derecha, a Athelstan, el monje. En fin, que lo mío empieza a ser grave. ¿Será llamado en un futuro el Síndrome de Athena?

miércoles, 8 de enero de 2014

My guilty pleasure: "Reign"

Podría hoy hablarles de lo mucho que he visto o estoy viendo últimamente: Peaky Blinders, The great train robbery, Death comes to Pemberley, el final de The Paradise, Vikings (que la tengo a medio), Orphan Black, el especial navideño y fin de temporada de Downton Abbey, los nuevos capítulos de Drácula, The Big Bang Theory o Sherlock (que está siendo un poco autocomplaciente, todo hay que decirlo). Pero no. Hoy les hablaré de una chorradilla campestre que me he tragado de una sentada. Ocho capítulos que he visto seguidos, sin meter otra serie (excepto el 3x02 de Sherlock y Orphan Black) de por medio. Me refiero a Reign. Espero que después de esta confesión no dejen de leerme, porque esto es grave, aunque aquí he confesado haber visto disparates como Terra Ribelle, pero sé que me lo han perdonado por el maromaje allí presente, no me digan que no. 

Recuerdo haber empezado a ver Da Vinci's Demons y quedarme ojiplática por lo que ocurría: un disparate histórico absoluto. Aún así, la tengo en la recámara para alguna ocasión, porque si estoy viendo Drácula o Sleepy Hollow, a ver por qué no una serie sobre el genio florentino, por muy loca que sea. No será tanto como Leonardo, una producción absolutamente teen que, inexplicablemente, ha tenido dos temporadas. Enlazando con los dos Da Vincis, esto es, con lo historidisparatado y lo teen, me centro ya en Reign.


Cuando empezó me bajé el primer capítulo, pero no llegué a verlo, ni siquiera un minuto. Oí que era una cosa adolescente y pasé en ese momento. Sin embargo, no borré el archivo. Ya caería, ya. Y el día llegó este domingo pasado. Me tocaba quedarme con mi madrina desde la mañana hasta la hora de la siesta, de forma que me fui cargada con mi portátil y mis series. Después de ver dos capis de Vikings y el de Drácula, pensé en echarle un ojo a Reign. Cuando empezó me quedé con la misma cara que con Da Vinci's Demons: mezcla de música moderna con serie de época, vestuario chirriante, un quinteto de pavas... Esto parecía 1557 A.D. Sensación de Vivir. Sin embargo, no sé por qué, me lié a verla. Bueno, sí sé por qué: porque había rollete amoroso y tal. Como tengo el síndrome de Peter Pan, el mismo que me hacía ver de estrangis con mis buenos veintitantos años Road to Avonlea o Dawson crece, pues me pedía el cuerpo esto: jovenzuelas y jovenzuelos enredados en el primer amor, los celos y, de fondo, las conspiraciones políticas y hasta algo de intriga sobrenatural. Si The Tudors era, en palabras de mi querido Josito Montez, una producción historifolclórica, esta es historifolcloricoteenager, valga la palabra. Entremos ya en los personajes.

María I Estuardo, reina de Escocia


Esta joven fue proclamada reina siendo un bebé, pero desde el principio su vida se vio amenazada por los intereses ingleses sobre Escocia. Por esta razón fue enviada de pequeña a Francia, donde se acordó su compromiso con el heredero, Francisco, hijo de Enrique II y Catalina de Médicis. La serie empieza con su vuelta a la corte francesa tras pasar varios años en un convento. Allí se reencontrará con Francisco, sus amigas de la infancia y alguna que otra sorpresa.

Francisco, delfín de Francia


Francisco es el prometido de María, una alianza que ambos países necesitan. Al principio no le hace mucha gracia el compromiso, porque apenas recuerda nada de ella y, claro está, es un adolescente que debe librar una batalla interior entre el deber y los sentimientos. ¿Quién ganará? ¿Serán incompatibles? Tatatachánnn, emoción, intriga, dolor de barriga.

Sebastián de Poitiers, el bastardo real


A Torrance Coombs, el actor que encarna a Sebastián, siempre le pasa igual. En The Tudors se enamoraba de la mujer inalcanzable y aquí lo mismo. Es un personaje ficticio, añadido para dar chicha a la trama amorosa. Se supone que es hijo del rey y de su amante, Diana de Poitiers, y es un poco mayor que el heredero. Los hermanastros se quieren, Sebastián, llamado cariñosamente Bash, respeta a Francisco, pero Diana tiene otros planes para él. Es un chico serio y responsable, aunque no podrá evitar caer bajo el influjo de la joven María.

Olivia D'Amencourt, el primer amor de Francisco


Olivia aparece en escena para desestabilizar la naciente relación entre Francisco y  María, pero no será casualidad que ella vuelva a la corte, alguien está detrás de su regreso. El delfín se verá en una encrucijada con la llegada de esta joven.


Las "Cuatro Marías", la chupipandi


Cuando María fue a la corte francesa, la acompañaron cuatro muchachas provenientes de las familias más importantes de Escocia. Aquí les han cambiado los nombres (realmente todas se llamaban María) y cuando se juntan las cinco parece que van a hacer una fiesta del pijama: que si los chicos, que si nunca me han besado, que si la ropa... Yo me parto. Su objetivo, o más bien el de sus familias, es encontrar un buen partido con el que casarse. Pero las cosas no serán tan fáciles en una corte llena de intrigas y secretos. Tendrán que madurar a base de disgustos, ojo.


Catalina de Médicis, la mamma italiana


La reina de Francia es una señora astuta y manipuladora. Me gustado reencontrarme con Megan Follows, la mítica Ana de las Tejas Verdes, en un papel muy distinto al de nuestra soñadora preferida. La verdad es que borda el papel de malvada y madre obsesionada con el futuro de su hijo Francisco, por el cual es capaz de hacer cualquier cosa. Lleva, además, los cuernos muy dignamente, cosa admirable. 

Enrique II, rey de Francia


El monarca francés no tiene complejos a la hora de exhibir a su querida en la corte. De hecho, Diana vivía casi como una reina en palacio, mientras que Catalina tenía que soportar su presencia. Tener mujer y amante oficial no es un obstáculo para que Enrique busque nuevas aventuras entre las jóvenes que pululan a su alrededor, mientras que sus trapicheos políticos siguen adelante. Un conquistador en todos los aspectos, pero que tendrá que lidiar con un esposa con carácter.

Diana de Poitiers, la favorita de rey


A Diana le encasquetan un hijo, fruto de su relación con Enrique, y objeto de sus desvelos. Quiere llevarlo al lado oscuro, que aquí es una religión pagana y un tanto sangrienta. Ya hemos visto que Sebastián es un tipo serio y no quiere líos, lo que le llevará a enfrentarse a su madre más de una vez.

Tomás de Portugal, pretendiente de María 


Este bastardo es otra invención de los guionistas para darle más interés al asunto amoroso y político. Tomás se presenta todo estupendo en la corte y queda prendado, cómo no, de María. Los tejemanejes de palacio llevarán a María a tener que tomar una decisión entre seguir su compromiso con Francisco o mirar por los intereses de Escocia y una posible alianza con Portugal. 
 
Nostradamus, el factótum de la reina


Cuando vi que salía Nostradamus estuve tentada de echarme las manos a la cabeza, pensando que era ya el colmo de las licencias. Pero antes de rasgarme las vestiduras decidí consultar internet y comprobé que Catalina era una fan de este hombre, al que consultaba mucho para saber el destino de sus retoños. Los guionistas vieron un filón aquí y nos presentan a Nostradamus al servicio de la reina mientras tiene visiones nada agoreras para Francisco.


Mientras veía la serie, fui encontrando referencias a Canción de Hielo y Fuego, Enredados, Cincuenta Sombras de Grey y Forastera. Si conocen estas cosas, seguro que ustedes también las encuentran, porque no puedo ser yo la única que está como una cabra. Hasta aquí todo lo que puedo decir de Reign sin hacer spoilers. En sus manos está verla o no. Yo sólo digo que quedan advertidos.

lunes, 6 de enero de 2014

Reyes 2014

Como no podía ser de otra manera, estos Reyes han traído música, series y lectura.


viernes, 3 de enero de 2014

Mi reparto ideal

Estos días estamos hablando de lo bien que están siendo elegidos los actores de Outlander y comenté algo sobre el reparto de The Pillars of the Earth. Llevaba tiempo queriendo hacer un post como el de hoy en el que pongo por aquí el "reparto ideal" que hace muchos años hicimos dos amigas interneteras (Anika y Aliena) y yo, al que luego se unieron más personas, y que cité de pasada cuando se empezaron a oír noticias de una miniserie basada en la novela de Ken Follett, pero no llegué a decir nada sobre los elegidos. Es cierto que en algunos casos no estábamos todos de acuerdo en quién era el actor o actriz ideal y pusimos dos, pero aquí dejo a los que yo pensé. Con esto no quiero criticar el reparto que Starz hizo que, para mí, es perfecto (sobre todo en el caso de Jack), si bien yo no hubiera puesto a Matthew MacFadyen como Philip, ya que este personaje es descrito bajito y delgado, y Matthew es un tiarrón. Pero lo hizo bien, no me quejo. 

Mis candidatos fueron los siguientes, aunque deben tener en cuenta que en algunos casos mi idea era que fueran personas del tipo de estos actores y actrices, más que ellos en sí, porque por edad a lo mejor no eran los más adecuados.

Debra Winger, mi Ellen ideal
Debra en su plenitud era una Ellen perfecta: rostro inteligente, mirada atractiva y pícara y personalidad arrolladora. Una mujer con carácter para hacer de un personaje fuerte.

Tim Robbins, mi Tom Builder
A Tim lo pensé como Tom Builder por la altura fundamentalmente, y porque tiene cara de buena persona. Con una barba hubiera quedado muy bien. Con el tiempo, otro candidato para ser el maestro albañil fue Liam Neeson.

Alan Rickman, mi Waleran Bigod
Alan siempre fue Waleran mientras leía la novela. Cuando años después lo vi con el look de Severus Snape en las pelis de Harry Potter me quedé pasmada: ¡Era Waleran, el mismo pelo largo, lacio y negro, las mismas ropas que yo imaginé para él, la misma cara de malo! Alucinante visión, en serio.

Jude Law, mi Jack Jackson
Vale, sí, es demasiado guapo... Pero en la época en la que hicimos el reparto me tenía loca (aún me gusta, por cierto) y así, con ese aspecto de niñito mono pero con algo dentro, casi oscuro, me pareció ideal. Un buen tinte anaranjado y Jack estaba ahí. 

Kate Winslet, mi Aliena
Otra Kate, la Beckinsale, también fue firme candidata para ser Aliena. Aunque la Winslet sea menor que Jude y el personaje de Aliena sea mayor que el de Jack, Kate siempre ha parecido más mujerona que los de su edad e incluso mayores que ella. Aliena es un personaje muy tirado para adelante, al estilo de la Rose de Titanic.

Ian Zieriing, mi William Hamleigh
Vale, no me tiren tomates, pero a William Hamleigh se le describe al principio rubísimo, guapo y fuertote, pero con un toque cafre. Un macho bastante básico en resumen. Ian no es lo que yo llamaría guapo de morirse, pero para mí daba el pego en conjunto.

Gary Oldman, mi Philip del alma
Dejo para el último a mi preferido, mi Philip de Kingsbridge. Cuando leí la novela aún no tenía noticias de este señor, porque corría 1992 y la película de Francis Ford Coppola que me lo descubrió se estrenó en 1993. Al principio no le ponía una cara concreta, sólo veía a un personaje pequeño pero valiente, con carisma, puro nervio. Cuando vi Bram Stoker's Dracula empezó a emerger la idea de Gary como Philip. Y para mí siempre lo será. Quiero verlo vestido de monje sí o sí.