El bucle de Beniaján

Esta mañana me he prestado para hacer de taxista de Menardy, y allá que nos hemos lanzado a buscar un sitio que parecía estar muy fácil de encontrar. Pero no, nada más lejos de la realidad. Salíamos con una hora de antelación y hemos llegado tres cuartos de hora tarde a la cita. Menos mal que han tenido la deferencia de esperar, sobre todo porque hemos insistido bastante por teléfono para que nos aclaran de una puñetera vez dónde estaba la dichosa empresa que, a todo esto, tenía en su sede un cartel de un multiprecio y no el de la citada empresa. Pero nos hemos corrido una aventura digna de En busca del tesoro, aquel programa con Isabel Tenaille y Miguel del Quadra-Salcedo, preguntando a diestro y siniestro por un sitio que ni la policía local y el cartero (¡ni el cartero!) sabían dónde quedaba. El bucle veneciano se ha quedado corto y la risa ha sido lo mejor.