Ayer quería terminar esta novela para entrar en el nuevo curso sin dejarla a medio. Un follón pseudohistórico donde encontramos los elementos esenciales: una muerte extraña, los templarios, la alquimia, el grial, los líos del Vaticano... Podría haberse titulado El secreto Gaudí, pero hay que agradecerle al autor la originalidad en este caso. Porque miren que hay novelas con este tipo de nombres. Da grima ir a la Fnac y pasar por esa sección. Aunque mi compañero Joseph Cartaphilus y yo nos hemos empleado este verano en "arreglar" el asunto...
El argumento, en un principio, parece entretenido: una restauradora de la Sagrada Familia de Gaudí aparece muerta en un accidente. Sin embargo, un policía no lo ve del todo claro e intenta reconstruir los últimos días de la chica y en qué estaba trabajando. Hasta ahí más o menos la cosa va aparentemente bien. Pero no: la novela termina siendo un montón de datos e información puestos en boca de dos personajes (un cura y un arquitecto experto en Gaudí) que hacen que su lectura sea comparable a leer una tesis doctoral. Estos personajes citados sueltan unas parrafadas que son muy difíciles de digerir, llenas de nombres, alusiones históricas, latinajos, etc. El misterio como tal no existe, porque prácticamente se cuenta todo en esos capítulos. Algo parecido a lo que ocurre con El código Da Vinci, donde todo es dar datos y el efecto sorpresa se pierde. Aquí pasa lo mismo. Además, si la chica es asesinada por descubre el "secreto Gaudí", también deberían cargarse al arquitecto, porque es el que lo sabe todo sobre ese posible secreto. Por lo menos no es un tocho de ochocientas páginas.
Como siempre, pueden leer este comentario en Lecturas Reunidas.
6 comentarios:
Malditos templarios omnipresentes... Ojalá pudiera leer la novela que Crsitina Rodríguez escribió sobre ellos y en la que los sitúa donde debe: ¡en el infierno! jaja
Pobreticos... qué iban a saber ellos de lo que se estiraría su historia.
Pues este libro no me lo voy a apuntar...
Pues parece que a todo hay quien gane... Joseph está leyendo un bodriazo llamado "El mesías ario" por gentileza mía (ha sido un regalo de broma, claro) que es digno de una sección de la "Antología del disparate" para él solito.
Puff, yo tampoco me lo apunto, hay libros que para quien los quiera. La verdad que la novela histórica esta pegando muy fuerte estos últimos años, pero la verdad, la mitad son un desastre, ente errores históricos, hechos fantasiosos que me saco de la manga y los que son verdaderos tratados disfrazados de novela te quedan poquitos buenos.
Esta no es histórica, sino tipo "Código Da Vinci", ya sabe.
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