Las últimas semanas he venido observando un extraño cartel publicitario en la Avenida de Los Dolores, cerca ya de mi casa. Se trata de un anuncio que alude, sin dar mucha más información, a un gran espectáculo taurino para cerrar la temporada de la plaza de toros. Desde un principio me ha olido a chamusquina y hoy, por fin, el secreto ha sido desvelado: se trata de una de esas bromas perpetradas por los amigotes de una pareja a punto de casarse. Había visto los típicos carteles en los semáforos, pero alquilar una valla publicitaria y, tras unos días de misterio, poner los caretos de los contrayentes los cuales, no nos engañemos, no son precisamente modelos ni han pasado por el photoshop, es un delito que debería estar tipificado en el Código Penal. Me alegro de la discreción que tuvieron mis amigos, porque vaya un "regalo" con más poca gracia.
martes, 17 de noviembre de 2009
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4 comentarios:
Más que un regalo es una putada, en mi facultad suelen hacer estos "estupendos" regalos colgando por todas las paredes el careto, siempre en un primerísmo plano, del cumpleañero de turno. Un regalo memorable.
Hay veces que la gente no tiene altura a la hora de hacer bromas...
Ya puestos, podía usted hacer una foto al cartel y así le damos una dimención global y virtual al asunto.
Pues sí, amigos Miguel y Javier, veo que estamos de acuerdo en la pesadez de este tipo de cosas.
En cuanto a hacerle una foto pues..., es que el cartel siempre lo veo cuando voy en el coche y no es cuestión de que me pongan una multa :P Además, me da no sé qué sacar a los pobres novios aquí. Ya tienen bastante con que los vea media Murcia...
Sí, algunas personas no saben dónde poner el límite y entonces no lo ponen ¬¬ alguien debería decirles algo jaja
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