miércoles, 21 de abril de 2010

Resumen de tres días

Aquí seguimos, aunque no puedo evitar soñar todas las noches con el instituto. Que si llego tarde, que si hay alumnos nuevos, que si voy para un día y después me vuelvo para Estados Unidos... una paranoia, vamos. Y todavía me queda un rato para volver. Las ganas, pues... a ratos.

Estos días he hecho un poco de todo. El domingo fuimos al Mass MoCA, es decir, el Museo de Arte Contemporáneo de Massachusetts, que está en North Adams. Allí vimos una interesante muestra de Sol Lewitt. El espacio es impresionante, enorme. Se ha reutilizado una vieja fábrica y no quiero ni imaginarme cuánto produciría, porque algunas de las salas son kilométricas. Me hizo pensar en la fábrica de Mr. Thornton, el de la novela de Haskell.

Ayer hubo lecture y después cena. Vaya cosas más raras comen aquí... aunque me da la impresión de que el plato principal era alguna especialidad india. Consistía en unas pechugas de pollo con un montón de hierbas encima, entre las que creí distinguir perejil, y una guarnición a base de un sospechoso revoltijo bailao (en jerga de mi madre, "aguado") de garbanzos, tomate y no sé qué más que picaba de lo lindo. A esto se le echaba por encima una salsa que creo que llevaba yogurt y más cosas que picaban, posiblemente cebolla roja. Bebí más agua que en toda mi vida. El postre sí que fue una maravilla: un delicioso brownie con helado de vainilla. Eso lo compensó todo.

La atracción estos días es el hijo de uno de los becarios. Es un niño de cuatro años que habla italiano y francés (su madre es italiana y su padre francés). Hace mucha gracia oírlo tan pequeño y expresarse en los dos idiomas, a veces con acento de uno en otro. Anoche, además, estaba en la cena un señor que es hijo de madre venezolana y padre italiano. Vivió en Caracas hasta los once años, cuando se mudaron a Italia. Además, habla inglés y francés, y no me extrañaría que controlara algún idioma más. Nos hizo gracia cuando dijo que le daba vergüenza hablar español, porque no pronunciaba las eses. Pues bienvenido al club, je, je. Ya en serio: qué envidia.

4 comentarios:

Mary Rose dijo...

disfrute del momento y no piense en el regreso, se que es fácil decirlo y difícil hacerlo. Viví tres meses en NYC y siempre soñaba que ya estaba de vuelta en España y sentía que todo había pasado tan rápido...
besos corasson!

Anónimo dijo...

Que envidia!
Yo con 34 sólo hablo español y chapurreo un poco de inglés. Saluditos desde Tenerife!!!!!

Athena dijo...

Mary Rose: la confundí con otra persona en mi correo y por eso le respondí también por esa vía. Disculpe la intromisión :) Ratifico desde aquí las palabras que le escribí.

Oliver: pues yo, con un año más que usted, estoy igual.

Nictea dijo...

Ay, la conciencia nos persigue hasta en el mundo onírico jaja