domingo, 16 de marzo de 2008

Maternidad

Venimos de una comida en la que, inevitablemente, ha salido el tema. Pues sí: cuando me reúno con mis amigas de toda la vida, como ninguna tiene niños ni, por ahora, piensa tener, pues no se habla del asunto. Pero en el resto de los círculos de amigos en los que me muevo, todo el mundo tiene hijos. Es una sensación rara, de quiero y no quiero. No me creo para nada eso de que no hay que pensárselo porque entonces ni se te ocurre. Me parece que hay que pensarlo y bien, que traer un hijo al mundo es una decisión seria y ya para toda la vida. Si no te sale como tú habías planeado, no hay tiquet de devolución, ni garantía, ni nada por el estilo. Se debe reflexionar y mucho.
Es curioso que, cuando te vas a casar, todo el mundo te dice "Pero, ¿sabes dónde te metes? Si estás mejor soltera" y cosas así (y lo mejor es que el que te lo dice está casado y no piensa divorciarse ni nada). Pues resulta que casarme es lo mejor que he hecho en mi vida. Así que es probable que también tenga que hacer caso omiso al "No lo pienses, ten hijos, pero no lo pienses".

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