jueves, 30 de septiembre de 2010

Yabaaa-daaabaaa-duuuuuu



Unos nos dejan y otros cumplen años a pesar de ser de la Prehistoria. Con Los Picapiedra aprendí palabras como "boliche", "cuchi-cuchi" y "piedrólares". Esos doblajes en supuesto castellano neutro eran impagables. Me encantaban los títulos de crédito, aunque en los del final no sabía qué era eso que le servían a Pedro en el troncomóvil.
En casa de mis padres aún hay una mantita preciosa decorada con sus intemporales personajes. Para los nietos será una reliquia.

8 comentarios:

La Pecera dijo...

Una costilla de brontosaurio. De nada

Athena dijo...

Gracias. Me di cuenta cuando era mayor :)

Wunderkammer dijo...

No veo el link :(

Alberto dijo...

Lo curioso es que el smilodon (conocido coloquialmente como tigre de dientes de sable) que dejaba en la calle a Pedro todas las noches sólo salió en tres capítulos a lo largo de toda la historia de la serie.

Mi favorito, sin duda, era Pablo (inexplicable traducción de Barney). Y Wilma me encantaba, tenía un ojete bastante sinvergonzón (para ser un dibujo animado).

Athena dijo...

Arreglado, Wunderk :) Sólo era una foto.

Querido Alberto: usted sí que está hecho un sinvergonzón... aunque lo comprendo. Yo también veo cosas así en otros dibujos animados. Qué mala que es la adolescencia :P

Alberto dijo...

Si es que es así. De Hanna-Barbera, Wilma Picapiedra y Daphne, la follatabiques de Scooby Doo, siempre han sido las que más me han puesto.

Athena dijo...

A mí me gustaba el caballero de "Dragones y Mazmorras"...

Wk dijo...

¿Sabes qué Athena? Yo un día hice un baile de Picapiedra.