jueves, 22 de agosto de 2013

Los Tudor (4ª parte y última): viva la infidelidad histórica

Ya comenté que mi querido Josito Montez había calificado esta producción como historifolclórica. Me reí mucho cuando leí el término (es un genio inventando palabras de este tipo), pero al ver la serie me di cuenta de que el calificativo le iba que ni pintado. 
Una de las cosas que más llama la atención es el pasotismo absoluto a la hora de ser fieles a la historia. Cuando se estrenó Isabel se criticó mucho que eligieran a un actor mayor que Michelle Jenner para encarnar a Fernando de Aragón, porque es sabido que Isabel era un poco mayor. Cuando una ve la serie, la verdad es que al final eso le da igual y se queda con las interpretaciones. La producción española tiene sus infidelidades históricas, pero es superada con creces por The Tudors.  

-Para empezar, no tendría que llamarse así, Los Tudor, sino Vida y obra de Enrique VIII, porque es de él de quien trata. Ni de los de antes ni de los de después. 

-Los líos con nombres. Esto es el acabose. En la serie nos casan a Charles Brandon con una hermana de Enrique, pero no es María Tudor, sino Margarita, otra de sus hermanas. ¿La razón que dan los productores? Que si la llaman María Tudor la gente se va a liar al ver la serie y van a pensar que es la hija. ¿Nos toman por idiotas? Sí. Ya puestos, que les hubieran cambiado los nombres de pila a todos los Thomas que aparecen, que son bastantes. Oh, wait, que se lo cambian a Knivert y lo rebautizan Anthony. Me han pillado, señores.

Charles Brandon y María Tudor

Margarita Tudor

-Las edades. Me hace gracia ver que hasta los dos o tres últimos capítulos ni el rey ni Charles Brandon se ponen viejos. Hay un momento en el que el Duque de Suffolk le dice a Enrique que han perdido la juventud. Y yo con cara de "¿¡Cómooooooooorrrlll?! ¡Si estáis estupendos!" También hablé de la diferencia bestial entre la actriz que hace de Catalina y Jonathan Rhys-Meyers. Habrá muchas burradas más, pero encontré una bastante peculiar: el personaje de Aske, uno de los implicados en las revueltas del norte, tenía en realidad unos treinta años cuando ocurrieron los hechos y en la serie nos ponen a un señor mayor, sesentón por lo menos. De nuevo los productores se escudan en razones que hacen pensar en que nos toman por lerdos: si ponían a un actor joven, no sería creíble que fuera el líder del movimiento. Para partirse. Ah, y Aske lucía parche, pero como otro personaje llamado Sir Francis Bryan también lo llevaba, decidieron que dos con parche eran demasiados y confundían al personal.

Los personajes inventados. Hay más, pero me quedo con éste. Es lo que yo llamo el personaje tipo Ros, la pelirroja, ese ser inexistente en Juego de Tronos y que los productores de la serie nos meten con calzador. En este caso es la francesita Brigitte, suertuda como pocas. No es real, sale poco y se lía con Henry Cavill. 

Y habla inglés a la perfección, claro

-Los viajes artísticos en el tiempo y las libertades pictóricas. Cuando Enrique se acuesta por primera vez con Ana Bolena, me pareció ver unos cuadros o frescos bastante parecidos a las pinturas de los Carracci en el Palacio Farnese (no pongo imágenes porque esa temporada me desapareció con el accidente del disco duro).

Uno de mis alumnos de Historia del Arte del curso pasado estaba viendo Los Tudor y vino un día indignado porque había salido una vista de Roma con San Pedro del Vaticano totalmente terminada, con cúpula y plaza de Bernini incluida. Como para no indignarse. Los productores y sus cosas: es que así se reconoce Roma mejor. Qué pena que no saliera París con su Torre Eiffel, su pirámide del Louvre y su centro Georges Pompidou. O La Defense, ya que nos ponemos.

¿Y cómo estaba la plaza? ¡Abarrotáááá!
Enrique se encapricha de una de las damas de compañía de la reina y encarga a Holbein que le haga un retrato "especial". Cuando vi el momento en el que la señorita está posando, pensé que era tal cual la Venus del Espejo de Velázquez. Cuando el artista presenta la obra terminada me quedé ojiplática. Además, no sólo no la copian, sino que parece una foto y no un óleo. Holbein es un grande de los pinceles, un maestro, pero tampoco nos pasemos, que no inventó el hiperrealismo.

La Venus del Espejo renacentista. Con un par.

Cuando Juana Seymour fallece, mandan a Holbein a retratar a algunas candidatas. Una de ellas fue la ya citada Cristina de Dinamarca. He tenido la oportunidad de ver en vivo y en directo el espectacular retrato que realizó el pintor, una maravilla. Cristina aparece ataviada con ropas de viuda. En la serie no, para qué nos vamos a documentar, teniendo una obra maestra en la National Gallery que podemos recrear a la perfección. Por lo que se ve, fueron al museo y prefirieron copiar La Venus del Espejo.
El original
La modelo de la serie posando de esta guisa


Hasta aquí mi análisis personal de Los Tudor. Por favor, no dejen de verla si tienen oportunidad, que se disfruta mucho y no sólo por el maromerío.

FIN


4 comentarios:

Elora dijo...

Lo de la "Venus del Espejo" me ha dejado ojiplática. Vaya manera de copiar un cuadro... Pero vamos, ¡que poco más y sale el señor con papel de calcar mientras pintaba a la señorita!

Lo de Roma también es de guasa, que tengan que poner la Ciudad del Vaticano completamente terminada para que así el público la reconozca mejor... Parece que no nos sirve con ese título que ponen en mitad de pantalla y que dice claramente "Rome" xD De verdad que nos tratan de lerdos o algo así.

Lo de las diferencias de edades, cambios de nombres e introducciones de personajes inexistentes me recuerda mucho a "Juego de Tronos", así que creo que todos piensan que somos tontos. Véase la diferencia de edad entre Catelyn y Cersei (cuando en realidad tienen la misma), Asha Greyjoy a la que transforman su DNI en Yara porque claro, podemos confundirla con Osha; y como bien has dicho, la presencia de nuestra querida Ros.

En fin, luego los listos son ellos è_é

Athena dijo...

Si no respetan a los personajes históricos van a respetar a los ficticios... Eso mismo pensé anoche mientras intentaba conciliar el sueño, pero hoy no me he acordado. Menos mal que está usted para hacerlo e.e

Calderot dijo...

El tema de los anacronismos, lo vemos en todos lados, películas y series...en The Tudors hay mucho de eso..sin embargo, no creo que sea peor que lo de las licencias históricas y los personajes inventados...
Sin ir muy lejos, anoche estaba mirando no sé que película, en donde se hablaban de monasterios en los años 830 "AC"...la verdad no sé a que se referían...jajaja...
Athenucci muy lindas estas entradas de los tudors...sobre todo la tercera...y la primera en donde se habla del Jonathan...que bien nos ha sorprendido a todas...
Un abrazo

Athena dijo...

Gracias por el comentario, Calderot.

Lo de los monasterios, depende del contexto, porque no es un término exclusivo del cristianismo, pero vamos, que burradas las hay en muchas producciones.

La serie me ha encantado. Es una de las imprescindibles y recomendables al 100%.