martes, 24 de marzo de 2009

Hasta la vuelta de Italia

Por si acaso mañana, con el lío de terminar los últimos preparativos, no me da tiempo a despedirme, lo hago ahora. Amigos blogueros y lectores, me voy de viaje de estudios a Italia con los alumnos. Besos a todos y ya les contaré.

8 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Que se lo pase usted genial y como suelo decir en estos casos... qué sana envidia.
Un besico y hasta muy pronto.

Antonio Rentero dijo...

Que no te pase na!!!!

;-)

Disfruta y goza de ese bello país. Cuando pases por Venezia acuérdate de Elena y de mi, que en estos días hace justo 20 años que nos conocimos allí... precisamente en el viaje de estudios :-)

Summer dijo...

En mis tiempos ningún profesor quería ir con los alumnos de viaje de estudios (y eso que las botellas se escondían en mi habitación, libre de toda duda debía ser yo) ¿ha habido algún sorteo previo en la sala de profesores del que has salido elegida?

Watashi dijo...

Desde luego es usted una profesora con vocación

Wunderkammer dijo...

Miss you... qué gracia, que miro su blog todos los días por inercia.

Tigretón dijo...

No olvides de tirar la monedica en la Fontana... y tomar un tartufo en la Piazza Navona.

Y si vas por Padua (Padova) acuérdate de mí también (y del otro Antonio)

Hace 20 años también de aquel viaje de estudios mío a Italia (Y el de Wunderk). Primera noche en un hotel de Salou (camino del país trasalpino): Un grupo de "jóvenas" de un instituto italiano de viaje de estudios por España. La que montamos con visita nocturna a las habitaciones de las "ragazzas", que nos habían insistido: "Non dormire, non dormire". Hubo alguien que les quiso cantar(como el bardo de Astérix) y la lió. A la mañana siguiente el autobus era un "poema", entre broncas y demás.

Luego el viaje transcurrió con normalidad, la vuelta fue en avión.

Estoy deseando que nos cuente sus "nuevas" desde "la bota". Suerte, o sea que todo vaya bien, y un beso.

Wunderkammer dijo...

¡Ay, Tigre, qué recuerdos! Yo me estaba acordando del Hotel de Venecia. En mi habitación dormíamos cuatro, María José, Silvia y Magdalena. Me acuerdo que echamos a suerte las camas y a Magdalena le tocó la cama de arriba de una litera plegable (si no recuerdo mal). Íbamos ya tan cansadas por las horas acumuladas sin dormir que me acuerdo que Magdalena se cayó de la cama ¡y siguió durmiendo tan tranquila! En el suelo amaneció la pobre al día siguiente y ni se acordaba de la caída.
La verdad es que el recuerdo parece un poco exagerado, lo mismo es el tiempo que hace que ésto sea más una hipérbole que un recuerdo...

Ramón Monedero dijo...

Buen viaje y cuidado con los fellinis y los rosselini.,.,,,!!1