viernes, 14 de agosto de 2009

Quejarse de vicio III

No tengo perdón de Dios. Habiendo salido escaldada de Millennium, no se me ocurre otra cosa que ponerme con La mujer de verde mientras espero la cuarta parte de Crepúsculo. Cuando la cité algún post más abajo, no dije que es de un autor islandés. Vale, no es sueco, pero para el caso de los nombres imposibles es lo mismo que si fuera de la tierra del Ikea. Ahí va una perla, página 33:

Erlendur, junto al hoyo bañado en el sol del atardecer, miró hacia el norte, a Mostellsbaer, Kollafiördur y el monte Esja, las casa de Kjalarnes. Vio los coches por la carretera de Vesturland, bajo el monte Úlfarsfell, en dirección al centro de Reikiavik.


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