miércoles, 2 de abril de 2008

Ternología

Gracias a lo mal que va la conexión en casa, no he podido escribir desde el jueves. Ahora he pillado un hueco en el trabajo y haré recopilación.
El viernes hubo cena de primas hermanas, las únicas que tengo en realidad, porque por parte de padre no las hay. Fuimos seis, la mitad comparten el mismo nombre (tradiciones, ya saben) y también la mitad la componíamos mis dos hermanas y yo. Trilogías varias, como puede verse. Es lo que se lleva ahora, ¿no?
El domingo vino mahn (antiguo mahn) de Oslo. Le encantó el viaje y me alegro, porque no le venía mal un break después de los últimos acontecimientos. Se fue casi a disgusto, así que todavía ha disfrutado más. Fue a un bareto extraño llamado Underwater en donde una serie de tíos greñas salían y cantaban ópera. Sí: ópera. De recuerdos trajo chocolate (no podía faltar), un collar de la tienda vikinga y un queso que verlo da grima, porque es marrón, pero cuando empiezas a comer no puedes parar. Ah, y el cortaquesos típico también cayó.
El resto de días hasta hoy son lo de siempre. Bueno, uno de los cursos a los que le doy clase se ha ido de acampada tres días, pero cuatro alumnos que no han ido sí que se han presentado en el instituto. Qué poca consideración.

Y ahora, una guardia encantadora. Ag!

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