martes, 26 de agosto de 2008

El mundo al revés


Yo creía que lo normal era, en aquellos tiempos, tener un perro y de vez cuando buscar y sacarle alguna pulga. Pero veo en un documental que en no sé qué tribu tienen como mascotas a monos titís que se dedican horas (sic) a estar encima de las cabezas de sus amos comiendo liendres y piojos. Vivir para ver.

2 comentarios:

Ángel dijo...

No es tan raro. Mi perro se puede tirar horas y horas tumbado en el sofá venciendo sus ganas de quitarme las liendres de la cabeza.

Antonio Rentero dijo...

De aquí a poder casarnos con nuestra mascota favorita, un paso.

Pregunta tonta ¿permitirán el matrimonio con Pepiños Blancos, o eso ya va a ser demasiado?