Yo creía que lo normal era, en aquellos tiempos, tener un perro y de vez cuando buscar y sacarle alguna pulga. Pero veo en un documental que en no sé qué tribu tienen como mascotas a monos titís que se dedican horas (sic) a estar encima de las cabezas de sus amos comiendo liendres y piojos. Vivir para ver.
martes, 26 de agosto de 2008
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2 comentarios:
No es tan raro. Mi perro se puede tirar horas y horas tumbado en el sofá venciendo sus ganas de quitarme las liendres de la cabeza.
De aquí a poder casarnos con nuestra mascota favorita, un paso.
Pregunta tonta ¿permitirán el matrimonio con Pepiños Blancos, o eso ya va a ser demasiado?
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