miércoles, 12 de mayo de 2010

No hija, no

Cuando he leído en Facebook una entrada de mahn sobre Antonio Ozores, no podía creer lo que era: ha muerto. En seguida he ido a los blogs de mis queridos Ramón Monedero y Antonio Rentero y, como no podía ser de otra forma, ya habían dedicado sus últimos post al actor español. También ellos, como mahn, han recordado la secuencia de la báscula de la película Yo hice a Roque III, que a mí también me ha venido a la cabeza. Lo que me reí viendo esa escena en un maratón de cine de verano, para mí se queda. Verla en compañía que disfruta de ella fue una buena sesión de risoterapia.

Hasta siempre, don Antonio Ozores.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me acabo de enterar por tí, gracias de nuevo, saluditos

Antonio Rentero dijo...

Sí que es verdad que esos buenos ratos vividos con gente querida son trocitos de felicidad que, en el fondo, le debemos a gente como Ozores.

Tigretón dijo...

Últimamente no tengo tiempo para nada (bueno, tengo algo, aunque lo dedico a menesteres varios). Mi idea era escribir algo en mi blog sobre Don Antonio Ozores...
Me lo dijo mi señora madre anoche, una pena. Se va un gran cómico.

A mí también me trae recuerdos de esos maratones de cine (a ver si vuelven organizados por quien sea)

Siempre recordaré (hasta mi sobrina de cinco años se la sabe porque ha visto esa película) aquella escena junto a Paco Martínez Soria, en que interpreta a un rey o jeque del petróleo riquísimo, futuro consuegro del personaje de Don Francisco, que ha venido a ver a España a su hijo, estudiante de medicina, porque se va a casar con la hija de aquél (una especie de "Adivina quien viene esta noche" a la española).
Es un rey que habla un árabe extraño (con palabras que parecen español), y en un momento dado llama a su anfitrión: "¿Marrano?", pero Paco Martínez Soria le replica: "Yo, Mariano... No, Marrano, Ma-ria-no. Marrano, no. Marrano, tú".

Descanse en paz y siempre en nuestro recuerdo Antonio Ozores.

Ramón Monedero dijo...

¿A cuanto esta la libra?...

Athena dijo...

"Éste pesa... 4.040 duros" ¡jaaaa, jaaaaaa!