jueves, 6 de noviembre de 2008

Me traicionó la memoria...

Pues sí. Ya he visto la miniserie con la que les he dado tanto el follón en las últimas entradas y no ha pasado del todo la prueba. Vayamos por partes:
Lo mejor (y lo regular): ciertos actores como Jean-Pierre Aumont, John Mills y James Wilby, más algunos secundarios, que lo hacen muy bien (siempre que el guión y la dirección les dejan, claro). Hay otro aspecto que tiene su parte positiva, pero también su peligro: la elección de actores franceses para interpretar a los personajes que, en la novela, son de esa nacionalidad. Está claro que hay dos personajes que tienen que hablar inglés con acento francés, porque son de origen galo y viven en Inglaterra, pero no tiene sentido estar oyendo a los franceses, en Francia, hablando entre ellos en un inglés "afrancesado" (esto me recuerda a las películas de la guerra fría en las que los rusos hablan entre ellos con acento). Si querían hacerlo bien, tendrían que haber puesto a los franceses a hablar en su idioma y ya está. Y si no, pues que no se metan en camisa de once varas. Al tener que interpretar en un idioma que no es el suyo, los diálogos quedan muy artificiales. El que mejor lo hace es Aumont. Por primera vez en mucho tiempo, he echado de menos que estuviera doblada para evitar estas cosas.
Lo peor: la actriz protagonista. Madre mía, la recordaba un poco petarda, pero no tanto. Cuando vi la serie hace años, yo sólo tenía ojos para el personaje protagonista masculino, pero es que esta mujer destroza la historia. No hay nada de nada que la haga inmutarse. Y cuando digo nada, es NADA (yo sé por dónde voy, pero es que no quiero fastidiarle la novela a Wunderk). La dirección también es algo floja y lo más gordo: desde un principio se sabe algo que es clave en la historia. No recuerdo que esto fuera así en la novela; para mí que "la gran revelación" se producía más tarde. ¿Dónde queda la intriga entonces? De mi personaje favorito sólo se explota la parte melancólica (por aquella época yo estaba un poco rara y me sentía identificada con él), cuando es también irónico y hasta divertido. Y la prueba definitiva: no he llorado al final.
Conclusión: los años pueden traicionar nuestra memoria. Lo que a mí me ha pasado es que mezclé los recuerdos de la serie con la novela en sí. De ahí salieron toda una cantidad de dibujos que yo creí fieles a lo que había visto, pero no fue así: eran fieles al libro y a mi visión de lo que leía.
Bueno, siempre nos quedará la versión de 1935... y el musical de Broadway, que sospecho que se ha inspirado bastante en aquella película...

5 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Gracias, Athena, por no desvelarme nada... Parece mentira que no haya leído un clásico como ese, pero la verdad es que yo ni recuerdo ahora haber visto siquiera una serie o película. Probablemente cuando la termine de leer hasta me suene mucho la historia (sólo voy por el principio).

Pero entonces aclárame una duda ¿has visto la serie original que tú viste con 17 años? ¿O esta era otra versión?

Es verdad que la adolescencia y el estado emocional en el que te encuentres influye muchísimo. En esa época leí yo Madame Bovary y no me gustó nada y, sin embargo, por lo que luego he madurado, creo que ahora si la releyera me gustaría mucho más. En el caso de Cumbres Borrascosas probablemente sería al revés, me emocionó mucho con aquella edad y luego la he releído después y no la viví con tanta intensidad.

Estoy deseando terminar Historia de dos ciudades...

Alberto dijo...

Este asunto de los actores interpretando personajes extranjeros,y fingiendo acentos foráneos en idiomas vernáculos, me recuerda a una delirante serie de la BBC que veía en no sé qué canal raro por satélite durante mi adolescencia. Me tragué por lo menos cinco temporadas, todas en inglés y sin subtítulos, y creo que gracias a esa serie me defiendo en el idioma de Milton.

Se titulaba "Allo Allo!", y trataba de las aventuras de un grupo de franceses en un cazurro pueblo de la Francia ocupada por los nazie en el que casi nunca pasaba nada. Genial comedia, estaba interpretada enteramente por actores británicos, que hablaban en inglés. Ahora bien, inglés con acento. La mayoría con acento francés, pero también estaba el acento alemán, el británico (los franceses tenían escondidos a dos pilotos ingleses cuyos aviones habían derribado) e incluso el acento italiano (con un capitán vanidoso que pululaba por ahí).

Sin embargo, el rizo se rizaba con un personaje llamado "Captain Crabtree". Se trataba de un espía inglés infiltrado en el pueblo como gendarme. Por tanto, fingía ser francés, y se suponía que hablaba francés, pero con acento británico. Ahora bien, como todos los diálogos eran en francés, nos encontrábamos con un actor británico, que simula hablar francés (en la serie, inglés con acento francés), pero un "francés" macarrónico, con entonación inglesa evidente.

La serie era estupenda, una "sit-com" desarrollada enteramente en una cafetería regentada por franceses de la resistencia a la que acudían los oficiales alemanes a pasar el rato. Todos convivían en armonía aunque con disparatadas situaciones, y hasta te tenías que reir del siniestro oficial de la Gestapo que por ahí tenía también una mazmorra.


Aquí un fragmento genial, buena muestra de acentos, con el capitán Crabtree y su "inglés-francés". La resistencia planea robar una máquina Enigma a los nazis...

http://es.youtube.com/watch?v=6DrAp5gzdqc

Athena dijo...

Querida Wunderk: sí, es la serie que vi con 17 años. Una de ellas, porque el verano antes vi otra y a partir de ahí ya empezó a gustarme la historia.
Lo del estado emocional es que es muy importante. Cuando estaba en COU no sabía qué estudiar después, todo eran dudas y vivía en una especie de estado de desesperación por todo en general, no sólo por los estudios. Era por días, claro, pero estar ahí, sin verle sentido a nada era muy desagradable. Este libro me sirvió para despertar mi imaginación y reencontrarme un poco, sobre todo con la inspiración (y me duró bastante). Parece una tontería, y habrá a quien le resulte una novela normal, pero yo la vinculo con las experiencias de aquellos momentos. Por otra parte, espero que le esté gustando ;)


Querido Joseph: qué suerte haber tenido satélite y poder ver estas rarezas. Buenísimo lo de los acentos. Y complicada la explicación, ja, ja, ja, pero clara como usted es.

Wunderkammer dijo...

Sí, pero voy más lenta de lo que quisiera... Ya te iré comentando y así intercambiamos impresiones ;)

Athena dijo...

Buena idea ;)