Lo de la interrogación lo pongo porque, a esta hora, todavía tengo esperanza de que el tipo al que me voy a referir dé la cara.
Resulta que esta mañana voy tan tranquila a por mi coche para ir a trabajar y, cuando llego, me lo encuentro con el lado del conductor totalmente destrozado. Para más inri, el golpe que le habían dado lo había desplazado, chocando a su vez con otro vehículo, un Golf azul marino. Vamos, que se ha quedado bonico por los dos lados. Hemos llamado a la policía pero nos han dicho que ellos no son como los de las películas (léase CSI). mahn y yo hemos llegado a la conclusión de que el destrozo lo ha hecho un camión que suele aparcar aquí. Son varias las razones: huellas en el barro, restos de óxido y arañazos a una altura que sólo puede hacer un camión, desplazamiento del coche, etc.
Al dueño del otro coche le hemos dejado una nota, pero aún no ha dado señales de vida. La policía ha tomado nota de la situación y, al menos, son testigos de que nosotros no hemos movido el coche, así que las rozaduras del Golf no han sido cosa nuestra.
Ya veremos en qué queda todo esto. Ahora estamos en plan James Stewart, vigilando desde la ventana por si vemos aparecer el camión que creemos que es el causante. Desde luego hay que tener poca vergüenza para no dejar ni una nota siquiera. Cómo me acuerdo del que me rompió la luna trasera de mi otro coche y me lo arregló casi el mismo día. Todos iguales, vamos.
lunes, 25 de febrero de 2008
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