"A las mujeres no hay quien os entienda". Así se lamentaba mi compañero Ibn Mardanis ayer conmigo a propósito de cómo las chicas se fijan siempre en los más macarras, asiduos a la puerta de la jefatura de estudios. Le comenté el caso de una alumna que tuve hace dos años, una joya en todos los sentidos, que se había echado de novio a lo peor del centro. Pero ella, con determinación y mano dura, lo había encaminado. Sé que es un caso raro pero, como diría mi padre, es verídico.
Para que Ibn Mardanis entendiera el por qué de este comportamiento femenino, le puse el ejemplo de "Lost": la chica rebelde (porque el mundo la hizo así) se debate entre el doctor honrado (aunque con traumas, claro) y el fresco de sonrisa picarona y pasado oscuro. Cae, por supuesto, en brazos físicos de este último, como todas hubiéramos hecho. Pero hay que tener en cuenta que, en este caso, el físico cuenta, porque si el frescales hubiera sido como, yo qué sé, Joselito, pues como que no. Es que estos tipos nos pueden, de verdad...
martes, 5 de febrero de 2008
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1 comentario:
Ya tardaba Sawyer en salir...
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